“Desde el Ministerio de Defensa [de Eslovaquia] consideraron la posibilidad de proporcionar a Ucrania otro paquete de ayuda militar (…) pero la presidenta Zuzana Caputová (…) se opone a esta intención”, indica la nota.
En opinión de la mandataria, este asunto “debe respetar los resultados de las elecciones parlamentarias”, que ganó el partido Smer al prometer a los votantes que Kiev “no recibiría ni una sola bala”.
“Es imposible ignorar algo así, de lo contrario sentará un precedente desafortunado”, afirma el artículo.
El 30 de septiembre se celebraron elecciones en Eslovaquia, en las que el partido Smer ganó con el 22,94% de los votos. Su líder, Robert Fitzo, ya ha ocupado tres veces la jefatura del Gobierno. Fitzo se ha opuesto anteriormente al apoyo militar a Kiev y ha criticado repetidamente a las autoridades por su decisión de transferir a Ucrania el sistema de defensa antiaérea S-300, que está en funcionamiento. Afirmó también que los cazas MiG-29 se enviaron en flagrante violación de las normas constitucionales. Según sus palabras, “Eslovaquia tiene problemas más graves que Ucrania”.
El 30 de septiembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó un proyecto de ley de financiación a corto plazo para mantener abiertas las agencias federales hasta el 17 de noviembre, después de que el Capitolio aprobara a último momento un plan de finanzas que excluye específicamente cualquier nuevo envío de fondos militares para Kiev. Un alto cargo anónimo del Pentágono declaró que el Departamento de Defensa estadounidense “había agotado casi todos los fondos disponibles para la ayuda de defensa a Ucrania”. Hasta ahora, Washington ha gastado la friolera de 75.000 millones de dólares en ayuda al país de Europa del Este.
A su vez, desde la Unión Europea aseguraron que destinaron 80.000 millones de euros (unos 84.500 millones de dólares) para Ucrania desde el año pasado, de los cuales 25.000 millones son para defensa, y agregaron que “es la cantidad más grande que jamás hemos asignado para dicha asistencia”. De hecho, la UE es el segundo mayor donante después de EEUU.
