Los menores de edad son blancos constantes del fuego enemigo que ya acabó con la vida de más de 10 mil pequeños.
En su intento de desplazar a los habitantes de Gaza, “Israel”, no escatima esfuerzos en atacar a todos los palestinos y hasta los niños son blancos a eliminar y sus muertes engrosan las cifras de fallecidos durante estos más de dos meses de cruda agresión sionista.
El portavoz de UNICEF, James Elder, describió la agresión israelí contra la Franja de Gaza como una “guerra contra los niños”, pues ellos constituyen la alta proporción entre los mártires, heridos y desplazados.
Los niños siempre están al alcance de los tanques, cohetes y aviones israelíes, dondequiera que estén, ya sea en los hogares, las calles, los hospitales, los refugios o incluso en los úteros de las madres.
El número de víctimas infantiles se estima en alrededor de 700 mil entre mártires, heridos y desplazados, según cifras del Centro Euromediterráneo para los Derechos Humanos.
Desde el 7 de octubre pasado, el ocupante israelí asesinó a más de 10 mil niños, incluidos otros miles aún atrapados bajo los escombros sin posibilidades de ser rescatados.
El número de pequeños heridos asciende a 18 mil, cientos de ellos están en estado crítico, y decenas sufrieron amputaciones y quemaduras durante los ataques israelíes.
Asimismo, los niños de Gaza también enfrentan el peligro de morir de hambre y sed por la gran escasez de comida y agua ante el brutal asedio que emprende contra ellos el enemigo sionista.
Además, están expuestos a las enfermedades debido a la falta de agua potable, al cese de las bombas de aguas residuales, y a los escasos servicios sanitación y de atención médica en los centros de refugio abarrotados.
A nivel psicológico, los menores de edad son víctimas de ataques implacables, están obligados a huir bajo el fuego y todo ello agrava los traumas que ya experimenta, según el observatorio.
Ellos representan 47 por ciento de la población en Gaza y muchos de ellos padecen crisis de salud desde hace años debido a las guerras, la pobreza y el bloqueo continuo.
Además, cuatro de cada cinco menores ya sufren depresión y miedo antes de la actual agresión, y otros estudios muestran un aumento en los problemas psicológicos.
Los crímenes israelíes contra los niños de Gaza no se limitan al asesinato directo y la violencia física y psicológica, sino que también los ataca privándolos de sus familias. Entre 24 mil y 25 mil niños están hoy huérfanos tras la muerte de uno o ambos padres, según el observatorio Euromediterráneo.
Con la interrupción de la educación en todos los niveles y la transformación de las escuelas en refugios dañados, los niños de Gaza enfrentan un futuro incierto.
Al Mayadeen / Resumen
