De acuerdo con sus palabras, Israel tiene que dirigir a los palestinos desplazados en Gaza hacia las costas para que la Armada del Estado les transporte al Líbano, «donde ya hay suficientes campos de refugiados».
En lugar de asentamientos de Gaza, desde el mar hasta su valla fronteriza, prosiguió, debería establecerse una franja de seguridad, «completamente vacía, como recordatorio de lo que una vez hubo allí».
«Debería parecerse al campo de concentración de Auschwitz», subrayó al respeto.
En este sentido, indicó que toda la Franja de Gaza debería ser «vaciada y arrasada», como ese campo de concentración infame de la Segunda Guerra Mundial. En su opinión, así se crearía una especie de «museo» que reflejaría las «capacidades» de Israel y «disuadiría a cualquiera de vivir en la Franja de Gaza». Al mismo tiempo, calificó el ataque sorpresa lanzado por Hamás el 7 de octubre de «segundo Holocausto».
