Como resultado de las acciones del 16 de enero, el edificio donde estaban apostados los mercenarios quedó completamente destruido. Más de 60 combatientes fueron eliminados y más de 20 fueron trasladados a instituciones médicas.
Los ataques de precisión de Rusia contra instalaciones que albergan a mercenarios extranjeros «disminuyen el entusiasmo y aumentan el nivel de riesgo para los soldados y otras personas, que están en Ucrania principalmente para ganar dinero», dijo a Sputnik desde Estados Unidos la teniente coronel retirada de la Fuerza Aérea Karen Kwiatkowski.
La experta señaló que la mayoría de las personas contratadas como mercenarios por Kiev tienen un perfil de marginales, con problemas de salud muchos de ellos, y no son combatientes profesionales.
«Hay personas, incluidos estadounidenses, que han quedado psicológicamente arruinadas para su trabajo y vida normal como resultado de más de 30 años de intervención estadounidense en Irak, Afganistán, incluso en la ex-Yugoslavia y muchos otros lugares. Algunos son, sin duda, sociópatas a los que les gusta matar a la gente, pero otros buscan sentirse parte de algo importante, y el combate proporciona esa sensación», estimó.
Sin embargo, Kwiatkowski no tiene ninguna duda de que los mercenarios con un mínimo de experiencia en combate, pero sin una lealtad especial hacia Ucrania, son capaces de evaluar rápidamente el equilibrio entre riesgo y recompensa y actuar de manera adecuada, ya que el liderazgo político y militar del país europeo deja mucho que desear.
Al respecto, el teniente coronel retirado Earl Rasmussen, del Ejército estadounidense, señaló que algunos mercenarios pueden ser exmilitares, mientras que otros pueden ser combatientes de «fuerzas especiales» que luchan en Ucrania «extraoficialmente».
«Si vas a formar parte de las fuerzas ucranianas, tienes que tener en cuenta que vas a ser tratado como un combatiente, de eso no debe haber ninguna duda», afirmó.
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Neonazismo occidental
Al comentar sobre el flujo de mercenarios hacia Ucrania, el analista político francés Cyrille de Lattre recordó el movimiento neonazi que todavía existe en el país, que aprovecha el conflicto entre Rusia y Ucrania para amplificar su agenda supremacista en redes.
«Hay mucha gente a la que llamamos ‘guerreros de TikTok’, que van allí sólo para lucirse y grabar videos. Hay chicos a los que definitivamente no les queda nada y piensan que de esa manera su vida tendrá algún cometido, aunque se trata de luchar por los valores incorrectos», ponderó.
Sin embargo, vale tener en cuenta que los ataques de precisión rusos afectan en gran medida el deseo de los extranjeros de involucrarse en el conflicto.
Según datos del Ministerio de Defensa ruso, más de 11.000 mercenarios de 84 países han llegado a Ucrania desde el inicio de la operación militar especial. La mayoría han sido abatidos por el Ejército ruso o han huido, al ser testigos en primera mano de la hegemonía de Moscú en el campo de batalla.