La Agencia Espacial de Rusia (Roscosmos) ha aprobado el diseño preliminar de la estación orbital rusa y actualmente está trabajando en el consenso de los contratos gubernamentales para su creación.
Según el comunicado oficial del organismo, publicado este martes, “la estación orbital rusa está destinada a convertirse en la base de la cosmonáutica tripulada de nuestro país una vez finalizado el funcionamiento de la Estación Espacial Internacional”.
¿Cuáles son sus ventajas?
Roscosmos especifica que una de las características clave de la futura estación consiste en su arquitectura modular abierta. La estructura cuenta con seis puertos de acoplamiento a los que se conectan otros módulos. “Si alguno de ellos agota sus recursos, puede ser retirado de la órbita y reemplazado. Con una logística adecuada, la vida útil de la estación se puede prolongar durante décadas, según sea necesario“, asegura la agencia.
Asimismo, precisa que la estación volará en una órbita polar con una inclinación de hasta 97 grados, algo que permitirá la observación de toda la superficie terrestre. Actualmente, desde la Estación Espacial Internacional se puede ver alrededor del 60 % de la Tierra, del que solo cerca del 10 % pertenece al territorio ruso.
“La estación también recibirá comunicación estable garantizada con el complejo de control terrestre”, agrega Roscosmos. Por otro lado, una de sus principales ventajas se centra en la alta energía que permitirá probar diferentes tecnologías en equipos de interés para la astronáutica rusa, como radares y sistemas de antenas de alta potencia.
“La puesta en órbita de la estación orbital rusa planea llevarse a cabo de 2027 a 2032“, reza el comunicado. “La nueva estación podrá funcionar en modo visita, es decir, sin la presencia constante de astronautas, lo que también supondrá un importante ahorro de recursos”, concluye Roscosmos.