Kim Son Gyong, viceministro de Relaciones Exteriores a cargo de las organizaciones internacionales, declaró que en cuanto ese mecanismo quedó desintegrado, Washington comenzó a hacer esfuerzos por fabricarle un sustituto a fin de seguir violando el derecho a la existencia de un Estado soberano.
A fines de marzo, Rusia vetó en Naciones Unidas una resolución que prolongaba por un año el accionar del citado panel, aunque las sanciones contra Pyongyang siguen vigentes.
Hace una semana, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y otros 47 países plantearon en un comunicado la necesidad de crear otro medio capaz de velar por el cumplimiento de las sanciones contra la RPDC.
Kim Son Gyong apuntó que las “descarados acciones” para usar al organismo internacional en función de injustos y extraterritoriales intereses políticos son contrarios a la Carta de las Naciones Unidas y disturban la paz y la seguridad mundial.
Aseguró que tales intentos no solo atañen a la RPDC, pues de tolerarse el “proceder bandidesco” de Estados Unidos se hará costumbre la mala práctica de fabricar un ilegal e intrigante aparato contra un país e imponerle sanciones unilaterales.
El vicecanciller señaló que la comunidad internacional no debe perdonar esa “jugada de pandilleros” que viola flagrantemente la soberanía y seguridad de un Estado soberano y la ley internacional, y advirtió que, en cualquier caso, la RPDC sabrá defender sus derechos frente al garrote de las sanciones.
El pasado domingo, también en un comunicado, el representante permanente de la RPDC ante la ONU, Kim Song, afirmó que el desmantelamiento del panel fue “una sentencia de la historia”.
El diplomático comparó con una “despedida de duelo” los lamentos de Estados Unidos y sus aliados al respecto y los conminó a “aceptar la realidad con humildad” y a reflexionar sobre el fracaso de su política hostil contra la nación asiática.
Pero incluso antes, en abril, el vicecanciller para asuntos estadounidenses, Kim Un Chol, advirtió que su país daría “una respuesta contundente a cualquier eventual mecanismo reinventado por Estados Unidos para seguir supervisando las sanciones internacionales en su contra”.
La RPDC protegerá sus derechos soberanos y sus intereses de seguridad frente a las crecientes amenazas hostiles y la presión de las sanciones de Washington, aseguró.
