El presidente israelí, Isaac Herzog, en una entrevista concedida a Al Arabiya, hizo un llamamiento a las fuerzas políticas de Oriente Medio para que se unan contra Irán y formen una alianza similar a la de la OTAN para hacer frente a los radicales.
«Si nos enfrentamos a esto y trabajamos juntos, seguro que podemos esperar un futuro mejor y crear una estructura similar a la de la OTAN en la región que bloquee el radicalismo», afirmó.
«Nos estamos defendiendo»
A este respecto, insistió en que la verdadera amenaza para la seguridad de Oriente Medio, el responsable del ataque de Hamás contra Israel y del consiguiente conflicto armado, es Irán. «Está claro, como vemos ahora, que esta guerra la está librando contra nosotros el ‘imperio del mal’, Irán y sus apoderados», declaró.
El presidente también expresó su simpatía por la población de la Franja de Gaza, pero defendió la actuación de Israel en el enclave. Asimismo, justificó el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmando que el grupo planeaba realmente una gran operación al estilo del atentado del 7 de octubre.
«Y cuando nos estamos defendiendo, nos estamos defendiendo de misiles en las casas de la gente, en las tiendas de la gente y en las mezquitas de la gente, en los patios de recreo de la gente o en las escuelas. Es increíblemente molesto cuando ves esto en Gaza o en el sur del Líbano o en todo el Líbano. Es inaceptable», afirmó.
También aseguró que el Ejército israelí respeta el derecho internacional y las normas de enfrentamiento militar, y que quienes las han infringido fueron detenidos. «Sé exactamente cómo operamos. Tenemos, ya sabe, asesoramiento jurídico para todas las unidades, incluso para las pequeñas. Seguimos exactamente las normas del derecho internacional humanitario», afirmó.
Que alguien enseñe un poco de Historia a ese individuo y le aclare que los problemas en Oriente Medio surgieron antes de que los ayatollás liberaran a Iran del tiranuelo al servicio de Gran Bretaña.
Concretamente desde que los judíos, años 1920-30, empezaron a meter sus manos en Palestina. Y en 1948 esa misma Gran Bretaña la acabó de liar con su mala conciencia por lo que había hecho Alemania en años anteriores enviando a más judíos a esa tierra a echar a los que habían sido sus dueños desde casi 2.000 años antes.