Por Aldo Francisco Zenteno
(Parte 1)
A los recientes ataques a las Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, ubicadas en el Caracol de Jerusalén, poblado “6 de Octubre” se suma el asesinato del cura Marcelo Pérez Pérez quien fuera uno de los principales defensores de derechos humanos en la región, dedicado a atender casos de gran complejidad como la violencia criminal que asola Pantelhó y que dio como resultado la creación de las autodefensas de “El Machete”.
Ante la complicidad de los partidos políticos con el crimen y la burguesía (distinción complicada) y la conformación del Conflicto Armado Interno que vive el estado de Chiapas por el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, en el marco de la Jornada de Lucha Contra la Guerra a los Pueblos Zapatistas, consideramos indispensable seguir denunciando y dialogando desde abajo y a la izquierda estos y más hechos.
La pregunta que titula este texto buscará ser sintéticamente respondida con parte de la historia que ha marcado a la Juventud Comunista de México rumbo a su XX Aniversario, tomando en cuenta los 30 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y los más de 50 años de lucha desde la fundación de su antecedente, las Fuerzas de Liberación Nacional, conformadas a finales de los años sesenta. Estas décadas de resistencia y rebeldía se suman a la larga noche de los 500 años desde la cual emerge el EZLN y muchas otras organizaciones que desde los pueblos originarios se han conformado como pilares clave por la defensa de la vida y por ende, como la posibilidad de la construcción de otros mundos.
¿Qué es ser comunista? Ante esta pregunta las respuestas son muy variadas y es como parte de este proceso de diversidad, evidenciado en la gran cantidad de organizaciones que se autodenominan marxistas-leninistas, que nos encontramos con que, para caminar con la clase trabajadora y conformar la Dictadura del Proletariado, no hay una sola vía e incluso los dichosos “sujetos revolucionarios” no son solo sujetos, sino sujetas o sujetxs y que además son plurales y entre estos pueden haber contradicciones no antagónicas (aunque no por eso menos escabrosas), como se ha visto en la historia de la izquierda en México, donde el EZLN puso al centro de la lucha revolucionaria a un sector poblacional que había sido demeritado de manera racista por una parte de la izquierda que se construía desde el proletariado “civilizado”, “urbanizado” y “alfabetizado”.
En el Manifiesto del Partido Comunista ya Marx afirmaba que los Partidos Comunistas “No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado” y que “No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario”. Nuestro principal objetivo es la abolición de la propiedad privada, la socialización de los medios de producción y la unión de nuestra clase trabajadora, desempleada, marginada, asesinada y demás adjetivos que para nosotrxs se sintetizan en el proletariado (independientemente de los “peros” academicistas que puedan haber sobre la especificidad del término, retomamos nuestro derecho a resignificar cuantas veces sea necesario un concepto que se engrandece según va aumentando la explotación al diversificar los tipos, modos y modas de sometimiento).
Semillero “Miradas, escuchas y palabras”, intervención de Rafael Castañeda, CIDECI, Chiapas:
Ahora, es posible que se nos recuerde que también en ese mismo capítulo de “Proletarios y Comunistas” se expresa que quienes somos comunistas somos “la parte más decidida” y teóricamente más aventajada del proletariado, algo así como una vanguardia. Sabemos que hay cientos de textos que refutan o apoyan esta visión, pero como no queremos pecar (o delinquir como prefiera decirlo) de echar “mucho salivero”, mejor les hablamos de nuestro trabajo con el EZLN y cómo hemos entendido que ser comunista no es lo mismo a ser marxólogx, comunistólogx, politólogx de izquierda, especialista en movimientos sociales o influencer (puras “vanguardias”, aunque a veces se mofen de no serlo, mientras le dicen a tal o cual organización cómo deberían proceder para “vencer” sin comprometerse políticamente con esa causa que dicen defender en papers, entrevistas, artículos y ponencias).
La historia de la JCM es estrecha con la del Partido de los Comunistas (PdelosC), nuestro principal aliado y guía ideológico, aunque somos independientes de esta organización, algo que sabemos puede parecer extraño para la tradición comunista de conformar partidos y juventudes con una dirección dependiente de la otra; lo mencionamos porque es parte de lo que somos, no porque queramos demostrar que es mejor o peor que otras formas de organizarse. En este sentido, nuestra historia confluye con el acercamiento que tuvo el PdelosC con el EZLN en ”La Otra Campaña”, donde se encontraron con muchas organizaciones de orígenes diversos con una propuesta: organizarse. Y ahí, por ejemplo, se encontraron anarquistas y comunistas (¡Qué horror! Para la burguesía, claro) y en Culiacán el Subcomandante Insurgente Marcos afirmó:
Entonces, lo que nosotros les proponemos compañeros, es que en lugar de ponerse a discutir entre ustedes, en diferentes posiciones que ya saben que son diferentes. Los compañeros anarco punks y libertarios y anarquistas tienen una posición muy clara en sus grupos. Y el Partido de los Comunistas también, y los trostkistas también y los maoístas también. Lo que nosotros queremos es que la ordenen esa propuesta y esa argumentación y que se la den a conocer a los otros. Y que ellos, entre los otros, decidan si cualquiera de ellas, o ninguna, u otra.
Nos dimos cuenta que podemos ser comunistas y estar con el EZLN u otras organizaciones sin dejar de ser lo que somos, eso no significa ejercer la acrítica, al contrario, intentamos ejercer la autocrítica y la crítica de la manera más comunista que conocemos: en la praxis, en la chamba. Sin olvidar que a veces la manera más autocrítica de proceder es decir “Nos hace falta más autocrítica” para poder dejar de ser “Poquitxs pero bien sectarixs”.
Junto al PdelosC hemos aprendido que lo importante no es ser una “vanguardia” ni siquiera cuando decimos que “No hay que ser vanguardia”, sino que debemos respetar las formas de trabajo de abajo y a la izquierda y tratar de ofrecer nuestro trabajo y nuestros análisis como comunistas para poder ayudar a construir otros mundos, estemos o no estemos en un evento público, se vea o no se vea nuestro trabajo, vengan o no vengan simpatizantes a nuestras actividades, se nos diga o no que el socialismo ya fracasó y que lo que somos son solo los errores o supuestos errores del “socialismo real”. A la vez, nos piden todas las respuestas, a una organización en ruptura que a veces ni tiempo tiene de leer marxismos, economías, historias, feminismos o ecologismos, pues para mantenernos hay que trabajar dos veces: por nuestra subsistencia fisiológica y por nuestra organización (es el precio de querer todo gratis dirán algunxs).
La respuesta para nosotrxs es clara, podemos ser comunistas y estar con el EZLN, la justificación teórica es muy amplia, como también la de sus detractores, pero la labor política permanece y es conforme a ella que intentamos teorizar, según nuestros tiempos.
Seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” Salvador Castañeda O’Connor:
Desde ahí nos hemos dado cuenta que hay discusiones bizantinas comparadas con nuestra fuerza real, pues la toma del Estado y la decisión última aún se ven lejanas. Aún así nos preguntamos, si el Estado-Nación -como se ha dicho en los últimos años por algunas organizaciones de la izquierda de abajo- ya ha sido superado entonces, ¿qué sigue? Si luchamos por la toma del poder por parte del proletariado y buscamos construir un Estado Proletario ¿significa que estamos perdidxs?, ¿significa que ya no tenemos vigencia? ¿Podremos encontrar otra forma de Estado o de gobernarnos? Y ahí nos seguimos encontrando y aprendiendo con otras organizaciones que, sean comunistas o no, nos muestran que la lucha y las respuestas las vemos al seguir construyendo organización (así cómo lo hemos aprendido como adherentes a la Sexta) todos los días y que no hay militantes de a ratos (sean o no sean comunistas), y que conforme a la correlación de fuerzas a veces será mucho más revolucionario entregarle tu fin de semana a cargar tablas y pagar por hacerlo, que haberse leído lo último de lo último en postmarxismo-neozapatista-suprarrevolucionario-hiperrealista… Nos gustaría poder hacer ambas cosas, pero en este momento tenemos que decidir hacia dónde llevamos nuestros esfuerzos y creemos que claudicar no es una opción.
Durante la recolecta de firmas junto al Concejo Indígena de Gobierno también aprendimos eso, que el trabajo debe ser la organización revolucionaria. Vamos a defender nuestras posturas, pero si no estamos de acuerdo intentaremos expresarlo sin que eso ponga en riesgo algo más importante: nuestro trabajo organizativo por lxs miles de desaparecidxs, de solidaridad con el normalismo rural, con el feminismo de clase, con los pueblos rebeldes…
Y eso nos parece que es ser comunistas, intentar defender la unidad de abajo sin dejar de ser lo que somos, y si la unidad no es posible, tener la capacidad de discutir (o no) sin que nuestras contradicciones sean aprovechadas por la burguesía. Suena fácil, pero si fuera tan fácil ejercerlo no tendríamos que estar recordándolo y recordándonos entre camaradas y compañerxs sean o no sean de nuestra organización.
Somos adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y tomamos ese anhelo que unifica al México de Abajo y a la Izquierda de “construir un mundo mejor, es decir, nuevo”. Para eso intentamos aprender y aprehender nuestra historia escuchando a quienes nos muestran otras formas de gobernar y resistir frente al Narco-Estado para tener un futuro y un presente digno.
Ahí está el Congreso Nacional Indígena, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, las familias de los mineros de Pasta de Conchos, la Teología de la Liberación que camina con los Pueblos, ahí están los Feminismos de Abajo, ahí están las Disidencias Sexo-Genéricas anticapitalistas, ahí esta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Aquí estamos nuevas generaciones de comunistas que intentamos discernir entre lo justo y lo injusto y bajo ese parámetro es que decidimos, desde nuestra fundación, caminar desde abajo y a la izquierda.
Muchas ideas más pueden ser expresadas y discutidas respecto a este y otros temas con nuestros referentes “comunistas de rancho”, y seguiremos haciéndolo, pero por el momento recomendamos que busquen en Enlace Zapatista algunos de los eventos donde el PdelosC ha participado; además de mirar-escuchar las participaciones de nuestros camaradas en el Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista (Castañeda O´Connor en el año de 2015) y en el Semillero “Miradas Escuchas y Palabras” (Rafael Castañeda en el año de 2018), que hemos adjuntado en este artículo.
Semillero “Miradas, escuchas y palabras”, Sub Comandante Galeano y Rafael Castañeda:
ALTO A LA GUERRA CONTRA LOS PUEBLOS ZAPATISTAS
ALTO A LOS ATAQUES A COMUNIDADES ZAPATISTAS
VIVA EL EZLN
Juventud Comunista de México
¡Solo en el Socialismo Otro Mundo Es Posible!
