
La estrategia de los capos de la U.E y sus terminales mediáticas es obvia: al malo de Trump contraponemos la bondad y las buenas intenciones de Europa. Una milonga de poli bueno y poli malo que se intenta inocular sin anestesia.
Zelensku, el títere de extrema derecha, puesto por la OTAN, busca en la U.E edulcorar su derrota y asiste atónito a que la opinión publica vea por fin que fue un mero instrumento del imperialismo para golpear a Rusia y que una vez usado, EE,UU deja cual juguete roto.
Los llamados «líderes europeos» se reúnen con urgencia en París convocados por el derechista Macron para confirmar que gastarán mucho más en armas (con o sin ejército propio) tal y cono se pide desde la OTAN. El objetivo del 5% del PIB afectará ¡y de qué manera! las cuentas. Lo nuevos recortes en servicio públicos son irreversibles.
El run.run indica que Zelensy está amortizado. La crisis política que vive Ucrania está siendo tapada por Falsimedia pero es demasiado voluminosa. El ex actor y hoy presidente tiene enemigos internos a los que destituye, encarcela o expulsa, pero tras la firma de rendición que le obligará a hacer su mentor, se irá lejos. Quizás a alguna de las mansiones que tiene por la U.E.
Otro tema que tratarán en París es cómo hacer ver a las huestes internas que Putin no ha ganado. Complejo de vender si necesitamos armarnos contra Rusia y hasta un ejército propio. La posibilidad de que se desvanezca lo invertido en Ucrania, esto es, envío de dinero, armas y mercenarios durante todos estos meses de conflicto a cambio de «tierras no raras», materias primas, reconstrucción de lo afectado por la guerra a cargo de las empresas occidentales… los aterroriza. Que sea Trump y sus tenedores los beneficiados en exclusiva, a los «parisimos» (incluidos nuestros progres Sánchez, Borrell o Robles) les da pavor.