El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció este martes que algunos líderes europeos están resucitando ambiciones propias del nazismo al respaldar iniciativas para infligir una ‘derrota estratégica’ a Moscú. Las declaraciones se produjeron durante una conferencia de prensa junto a su homólogo turco, Hakan Fidan, tras un encuentro bilateral.
En un tono contundente, Lavrov comparó las acciones actuales de Europa con las políticas expansionistas de la Alemania hitleriana: «Europa ha encontrado nuevamente una bandera nazi para embarcarse en otra aventura desesperada y fallida de infligir una ‘derrota estratégica’ a Rusia».
Las históricas conexiones entre las élites europeas y el nazismo
El canciller ruso subrayó la ironía histórica: «Cuando acabamos de celebrar el 80.º aniversario de la derrota del nazismo de Hitler, escuchar al actual líder de Alemania decir que Alemania recuperará su posición como principal potencia militar de Europa es bastante sintomático. Probablemente, la historia no enseña nada a esta gente«.
UE prioriza el militarismo frente al diálogo
Según Lavrov, en sus intentos por alterar el reanudado proceso negociador, Europa recurre a acciones desesperadas y sin precedentes, impulsada por el pánico de sus «halcones» (Francia, Reino Unido, Alemania y Polonia) ante un posible abandono de EE.UU. Anteriormente, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su país no debió haberse involucrado en el conflicto, ya que no es su guerra.
Los cachorros del fascismo nunca van a celebrar el Día de su Derrota
Asimismo, destacó que Trump impulsa el diálogo, mientras los líderes europeos —priorizando sus carreras— exigen sacrificios económicos a sus ciudadanos y manipulan elecciones para evitar líderes competentes que desafíen a Bruselas, cuya Comisión Europea impone decisiones no aprobadas.
Las palabras de Lavrov llegan un día después de que el canciller alemán, Friedrich Merz, declarara que «ya no hay restricciones de alcance» para las armas del Reino Unido, Francia, Alemania y EE.UU. enviadas a Ucrania. Además, Merz prometió transformar el Bundeswehr en «el ejército convencional más fuerte de Europa», algo que Moscú interpreta como una peligrosa señal de resurgimiento militarista.