Una cuarta parte de la ayuda militar estadounidense a Ucrania revisada por el Pentágono carecía de la documentación justificativa, y parte de ella correspondía a «gastos cuestionables», según un informe publicado el miércoles por la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El documento, que contiene los resultados de una auditoria no estadística para evaluar la eficacia de los controles internos del Pentágono sobre los usos de los fondos asignados para la reposición de artículos de defensa y el reembolso de los servicios prestados a Ucrania bajo el programa ‘Presidential Drawdown Authority’ —un mecanismo que permite transferir armas desde las reservas de EE.UU.— afirma que la cartera «no mantuvo de manera eficaz» los controles sobre los fondos.
Según los resultados, de 80 acciones de reprogramación valoradas en 22.100 millones de dólares, se identificaron 32 casos, por un valor de 5.700 millones de dólares, que «no contaban con la documentación justificativa adecuada para las estimaciones de costes», utilizadas para solicitar los fondos de reposición.
Adicionalmente, se encontró que el Departamento de Defensa «no contaba con controles eficaces para garantizar que los fondos ejecutivos se devolvieran sistemáticamente», y se pusieran a disposición de los departamentos militares para adquirir otros artículos de defensa o restituir otros servicios prestados a Ucrania, por lo que 1.000 millones de dólares no respaldados fueron calificados como «gastos cuestionables».
Asimismo, debido a la mala gestión, 315,3 millones de dólares en fondos fueron desperdiciados ya que habían expirado y eran inutilizables. Por otra parte, se reveló que el Departamento de Defensa «informó de forma inexacta» al Congreso sobre la ejecución de los fondos, «exagerando las obligaciones y los desembolsos».
