Rusia ha denunciado que el plan de Estados Unidos de acelerar el despliegue de misiles en diversas partes del mundo supone una amenaza a la seguridad global.
“Ello conduce al incremento de la tensión internacional (…) La actuación de Estados Unidos crea una amenaza para la seguridad global”, ha subrayado este jueves la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, en una sesión informativa.
El 3 de agosto, el secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), Mark Esper, informó que su país tiene planeado desplegar nuevas armas convencionales de alcance intermedio en Asia. Este anuncio se dio un día después de que Washington se retirara del Tratado de Fuerzas Nucleares Intermedias (INF, por sus siglas en inglés).
Conforme ha alertado la vocera del Ministerio de Exteriores de Rusia, el despliegue de misiles estadounidenses después de la región de Asia Pacífico, podría continuar en Europa, lo cual “conduciría a la escalada de tensiones regionales”.
En otras ocasiones, Rusia ha denunciado que el emplazamiento de más misiles estadounidenses en Europa, en concreto, en zonas aledañas a sus fronteras, significa una amenaza a su seguridad, en medio de las tensiones entre Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La diplomática rusa también ha explicado que, justamente, el plan de despliegue misilístico de EE.UU. en Asia constituye la razón “seria” por la que Moscú y Pekín han solicitado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) la celebración de una sesión de emergencia, programada para hoy jueves.
Ayer miércoles, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, adelantó que “reaccionará de manera similar” a las “nuevas amenazas” de Estados Unidos. El mandatario aludía a la prueba de Washington de un misil de crucero de medio alcance realizada el domingo en la isla de San Nicolás, frente a la costa de California.
