Los comités de coordinación rusos y sirios para el retorno de los desplazados sirios expresaron su profunda preocupación, en un comunicado conjunto emitido el jueves, por la tensa situación en el noreste de Siria debido a la presencia ilegal de las tropas estadounidenses y las milicias aliadas.
La nota denuncia un acuerdo firmado en julio entre una empresa petrolera estadounidense con los milicianos kurdos para saquear el petróleo de Siria con el aval de Washington.
El texto subraya que acuerdos de este tipo son “ilegales”, avivan la tensión en el país árabe, azotado por guerra y al mismo tiempo violan el derecho internacional y la integridad territorial de Siria.
Según un informe, publicado en julio en el portal de noticias con sede en Washington D.C., Al-Monitor, la compañía petrolera Delta Crescent Energy LLC suscribió un acuerdo para comercializar el petróleo en territorio controlado por las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), milicia kurdo-árabe, apoyada por Washington.
El Gobierno de Damasco condenó el mencionado tratado, describiéndolo como un “acuerdo entre ladrones” y aseguró que la “brutal ocupación estadounidense desaparecerá inevitablemente” y las milicias kurdas serán derrotadas al igual que los grupos terroristas, que ya fueron eliminados por el Ejército sirio.
Varios informes advierten que mientras los sirios están enfocados en la denodada lucha contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, EE.UU. ha redoblado esfuerzos para robarle más petróleo a la nación árabe. Entretanto, el Gobierno de Damasco resalta que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib —considerada el último bastión de los terroristas en Siria—, el Ejército sirio se movilizará para acabar con la ocupación estadounidense.
