El Ministerio de Defensa Nacional surcoreano anunció este miércoles que EE.UU. volvió a desplegar bombarderos estratégicos con capacidad nuclear B-52H en la península de Corea durante un entrenamiento aéreo conjunto en respuesta a las amenazas norcoreanas.
Según las autoridades, el ejercicio, en el que la Fuerza Aérea surcoreana movilizó sus aviones de combate F-35A y los estadounidenses desplegaron cazas F-35B y F-16, se llevó a cabo con el fin de «fortalecer la interoperabilidad de las fuerzas aéreas de ambos países» y de «cubrir a los bombarderos estratégicos de las amenazas aéreas enemigas».
Los simulacros «muestran la firme determinación de la alianza entre Corea del Sur y EE.UU., y su perfecta disposición para responder a cualquier provocación de Corea del Norte de manera rápida y masiva«, aseguró el comandante del Comando de Operaciones de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, el teniente general Park Ha Sik.
El pasado 20 de marzo, Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos hacia el mar de Japón probablemente como protesta, según medios locales, por el ejercicio militar Ssangyong, que incluyó simulacros de desembarco conjunto de EE.UU. y Corea del Sur. Fue el décimo lanzamiento de cohetes desde principios de año, y en ocho de ellos Corea del Norte ha probado misiles balísticos.
Este lunes, la Armada surcoreana, junto con la estadounidense y nipona, inició ejercicios «de guerra antisubmarina y entrenamiento de búsqueda y rescate». Asimismo, este martes el portaviones de propulsión nuclear USS Nimitz de EE.UU., capaz de portar 90 aeronaves, lideró los ejercicios trilaterales de guerra antisubmarina frente a la isla surcoreana de Jeju.
