La cancillería de Irán desmintió este lunes rumores en redes sociales que afirmaban la retirada de la misión diplomática iraní de Venezuela, y los calificó de «guerra psicológica».
“Los rumores sobre la retirada de diplomáticos y empresas iraníes de Venezuela no son ciertos y son parte de la guerra psicológica contra Venezuela, algo que también le ha sucedido antes a Irán” dijo el portavoz de la cancillería, Esmail Baqai.
El organismo calificó de engañosa, también, la noticia sobre la supuesta retirada de empresas iraníes en proyectos de desarrollo venezolanos, el origen de dicha información data de hace cerca de un año, condenó, además de denunciar como “patrón recurrente” de los últimos meses las operaciones de Estados Unidos contra el país suramericano, “Las medidas adoptadas por EE.UU. contra Venezuela contradicen estos principios y normas internacionales”, enfatizó.
Baqai denunció, además, las pretensiones de despojo de Washington contra la nación venezolana, a través de la imposición de “neocolonialismos» e intereses por sus «recursos petroleros» bajo el falso pretexto de una lucha contra el narcotráfico.
El vocero iraní enfatizó que el accionar de Estados Unidos es «una alarma» para todo el sistema de derecho internacional y la Carta de la ONU, sentenciando que estas representan “consecuencias muy graves para las relaciones internacionales y los distintos países”.
La escalada militar impulsada por la Administración de Donald Trump en el Mar Caribe representa una grave y creciente amenaza para la estabilidad regional y el orden jurídico internacional. Lo que comenzó como una decisión estratégica controvertida ha evolucionado, con la profundización anunciada el 16 de diciembre, hacia una política de facto de ocupación marítima y uso de la fuerza.
Esta presencia no solo altera el equilibrio geopolítico, sino que ha estado marcada por actos de una severidad extrema, como las ejecuciones sumarias de más de noventa personas a bordo de embarcaciones, hechos que por sí solos configuran crímenes de lesa humanidad y exigen una respuesta contundente de la comunidad internacional.
