Hace ya algunos números informábamos de las protestas populares que agitaban Senegal y que tenían como principal promotor la figura de Ousmane Sonko, encarcelado por el Gobierno de Macky Sall por atentar contra la moral y facilitar el libertinaje, lo que finalmente le impidió presentarse a las elecciones presidenciales de 2024. No obstante, este movimiento represivo le costó caro, esta vez, al neoliberalismo senegalés, ya que perdió las últimas elecciones del 24 de marzo de 2024 frente a Diomaye Faye, que no dudó en nombrar a Sonko primer ministro del país.