Julio Tuñón Osoro.— Si hay en el mundo un marxista-leninista olvidado como tal, un hombre que paso a la historia comoMarx, Engels Lenin y Stalin principalmente este es Enver Hoxha, Jefe de Estado albanes durante 1944 hasta 1985, año de su muerte.
El hombre que en 1967 proclamó que Albania era el primer país ateo del mundo, y en 1976, el ateísmo fue inscrito en la Constitución.

El hombre que en su libro Eurocomunismo es Anticomunismo refleja cuando desenmascara al revisionismo en todos los partidos comunistas de Europa, traidores al pensamiento de Marx, Engels, Lenin y Stalin, Una de sus obras literarias más famosas, al igual que el Tomo VI de sus Obras Escogidas es precisamente el Imperialismo y la Revolución del cual hago como referencia a algunos pasajes de su libro que creo que son importantes.

Mi pretensión es que los comunistas marxistas-leninistas empecemos a recuperar a este gran político que dirigió los destinos albaneses al cien por cien de todo lo que es el socialismo científico hasta su final, en donde los traidores, los cobardes, al igual que en la ex-URSS vendieron a todo un pueblo, a la más misera vida como es el sangriento capitalismo.
El VII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, al analizar la situación internacional actual y la existente en el movimiento revolucionario mundial, puso de manifiesto los peligros que representan el imperialismo y el revisionismo moderno para la revolución y la liberación de los pueblos. Los estados burgueses se arman y se rearman furiosamente , por que?, naturalmente, no para pasar el tiempo, si no para la guerra.

Y los imperialistas necesitan la guerra, porque es el único medio para repartirse el mundo, para repartirse los mercados, las fuentes de materias primas y las esferas de utilización del capital. A la par de los revisionistas soviéticos y chinos, el Partido Comunista de Yugoslavia que llegó al poder, había heredado considerables errores de carácter desviacionista. Después de la Segunda Guerra Mundial manifestó acentuados rasgos nacional-chovinistas, que ya habían aflorado en los tiempos de guerra.

Los titistas no estaban por la construcción del socialismo, no estaban por que el Partido Comunista de Yugoslavia se guiara por la teoría marxista-leninista y no aceptaban la dictadura del proletariado. En esto tuvo su origen el conflicto que estalló entre la Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros y el Partido Comunista de Yugoslavia. Se trataba de un conflicto ideológico entre el marxismo-leninismo y el revisionismo. El mundo capitalista, sobre todo el imperialismo norteamericano , ha vertido en Yugoslavia ingentes capitales, solo la deuda exterior asciende a más de 11.000 millones de dólares, Yugoslavia ha recibido de los EE.UU más de 7.000 millones de dólares en forma de créditos.

El revisionismo moderno con la socialdemocracia tiene miedo al advenimiento del fascismo, sobre todo en algunos países que están amenazados por la extrema derecha. Para evitar la dictadura fascista, los revisionistas y los socialdemócratas intentan atenuar las contradicciones y la lucha de clases entre las masas del pueblo y el proletariado, de una parte, y de la burguesía capitalista, de otra. Así pues , para poder asegurar una paz social, estos sujetos de la coalición deben hacerse concesiones mutuas, concertar compromisos con la burguesía capitalista.

Así, mientras la burguesía capitalista y sus partidos continúan abiertamente su lucha contra el comunismo, los partidos revisionistas intentan tergiversar el marxismo-leninismo, la ideología rectora de la revolución.

Como así los sindicatos reformistas, educados y entrenados especialmente en compromisos con la patronal y únicamente para reclamar limosnas económicas y no para declarar huelgas por reivindicaciones políticas y lograr el objetivo del proletariado de tomar el poder, se han convertido en sus tentáculos de los partidos revisionistas de Europa. Esto está encaminado a equilibrar la oferta y la demanda, una reclama limosnas y la otra determina la cuantía de estas limosnas. Los sindicatos reformistas y los partidos revisionistas, como la patronal con sus partidos, su poder y sindicatos, están amenazadas por la revolución, por el proletariado y por los partidos marxistas-leninistas.

Los capitalistas, en ningún caso da créditos para construir el socialismo, sino para destruirlo. por consiguiente, un verdadero país socialista nunca acepta créditos, cualquiera que sea su forma, de un país capitalista, burgués y revisionista. Los créditos que un país socialista da a otro país socialista tienen un carácter totalmente diferente, estos créditos constituyen una ayuda internacionalista, desinteresada. La ayuda internacionalista nunca engendra capitalismo, no empobrece a las masas populares, al contrario, contribuye a desarrollar la industria y la agricultura, sirve a su armonización, conduce al mejoramiento del bienestar de las masas trabajadoras, al fortalecimiento del socialismo.

Los Estados socialistas económicamente desarrollados deben de ayudar a los demás países socialistas. Esto no quiere decir que un país socialista no tenga que desarrollar relaciones con otros países no socialistas.

Otra cosa es la descomposición del Imperialismo que se ve claramente también en la intercomunicación de la reacción en todos los terrenos, y particularmente en lo político y en lo social, la práctica demuestra, que, cuando la burguesía monopolista ve que se agudiza la lucha de clases, arroja las máscaras, negando a las masas trabajadoras incluso los escasos derechos que habían obtenido a precio de sangre.

Todo este podrido sistema, que se encuentra en una situación caótica , se mantiene en pie gracias a un ejército pretoriano, a una policía muy numerosa que está movilizada y armada hasta los dientes, los cuadros del ejército viven lujosamente de las otras armas represivas, reciben muy buenos sueldos debido al engendro del propio sistema capitalista. No podemos forjarnos ninguna ilusión acerca del imperialismo de cualquier tipo, ya sea fuerte o menos fuerte. La naturaleza del imperialismo crea las condiciones para la expansión económica y política, para el estallido de las guerras, porque su carácter es esencialmente explotador, agresivo, un crimen contra los pueblos y la revolución.

Considerando la situación revolucionaria como el factor objetivo de la revolución, Lenin la caracteriza de este modo:

No basta que los de abajo no quieran vivir como antes, sino que hace falta también que los de arriba no puedan vivir como hasta entonces, una agravación de la miseria y las penalidades de las clases oprimidas….Esta verdad se expresa del modo siguiente, la revolución es imposible sin una crisis nacional general (que afecte a explotados y explotadores).

Hoy los revisionistas modernos han enarbolado la bandera de la defensa del sistema capitalista, de la opresión y la explotación de los pueblos, de la escisión del movimiento revolucionario y de liberación, y en general la bandera del embaucamiento de las masas. Pero correrán la misma suerte que los socialdemócratas y todos los demás oportunistas del pasado, que se convirtieron en meros lacayos de la burguesía. Por eso, el marxismo-leninismo es la ideología triunfante. Hablan de socialismo desarrollado y de transición al comunismo para sofocar cualquier descontento, revuelta o movimiento revolucionario de las masas trabajadoras de su país contra la dominación revisionista, y reprimirlos como actos contrarrevolucionarios y antisocialistas.

Por esto, para que esta lucha se realice con éxito, para que esta lucha se realice con éxito, para que se conquisten victorias consecutivas , los comunistas, los cuadros, la intelectualidad y todas las masas trabajadoras de nuestro país deben de formarse en la ideología de Marx, Engels Lenin y Stalin, estudiarlos y estudiarlos.