China y Estados Unidos cada vez están más lejos de la buena relación que llegaron a tener y parece ser que esos días han llegado a su fin.

Si las relaciones en los últimos tiempos han ido en picada, ahora están peor. Este es el resultado de los triángulos amorosos que le gustan a Estados Unidos, triángulos de amor-odio, tal cual de parejas codependientes, que se odian pero no se pueden dejar porque alegan paradójicamente, que se aman.

Dos triángulos están yuxtapuestos. China-Estados Unidos-Taiwán, y China-Corea del Norte-Estados Unidos. Este juego de triángulos está llevando las cosas a una fricción sin precedentes entre las dos economías más poderosas e influyentes del mundo, acompañadas de sus temibles fuerzas militares.

El primer incendio que queremos analizar en esta la relación triangular, es la nueva venta de armas por más de 1400 millones de dólares que hace EE.UU. a Taiwán (torpedos pesados MK 48, misiles antiradiación de alta velocidad, componentes de misiles SM-2, equipos de guerra electrónica AN/SLQ-32 V).

Resultado, China con gran enfado amenaza con tomar medidas. EE.UU. aunque respeta los acuerdos de “Una sola China” desde hace años, y aunque el contrato de armas de hace unos días no es nuevo, porque el expresidente estadounidense Barack Obama en 2015 también vendió a Taiwán, y muchos presidentes anteriores también.

El actual mandatario de EE.UU., Donald Trump, parece estar jugando con fuego, hace movimientos que parecen acercarse más al Gobierno taiwanés, de hecho, fue el primer presidente, o presidente electo, que hizo contacto con un mandatario de Taiwán, recibiendo la llamada telefónica de felicitación de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, cuando accedió a la Casa Blanca, y rompiendo así la regla y el acuerdo diplomático con China desde 1979 (cuando Washington dejó de reconocer a Taiwán, retiró sus embajadas y las trasladó a Pekín, capital de China, retiró el comunicado de Shanghái y estableció las relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Pekín entonces dijo, solo hay una China, incluida a la que le llama provincia rebelde, Taiwán, que aunque no es totalmente independiente, tiene su Gobierno y su Ejército).

Por toda esta tradición y negación taiwanesa, China ha pedido que EE.UU. detenga la venta de armas a Taiwán, ¿lo hará Donald Trump? El segundo incendio en este triángulo amoroso, es la presión de Washington sobre China para que detenga a Corea del Norte, lo cual ha fracasado, en palabras de Trump.

Aunque EE.UU. diga que nada tiene que ver, la llegada del destructor estadounidense USS Stethem, armado con misiles guiados Tomahawk, a una distancia de 12 millas náuticas de la isla Tritón, justo al borde de las aguas territoriales que China dice que son suyas en la polémica disputa del ya famoso mar de la China Meridional, es interpretada como una medida de presión contra Pekín.

“China ha dejado claro que Taiwán es una parte integral del territorio chino, las ventas de armas por Estados Unidos violan gravemente: el derecho internacional, las normas básicas que rigen las relaciones internacionales, los tres comunicados conjuntos entre China y EE.UU., y dañan la soberanía nacional china y los intereses de seguridad… China se opone firmemente a esto,” afirma el canciller de China, Wang Yi.

Insisto, ha sido esto interpretado como una medida de presión, más cuando en su reunión con el nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, Trump dijo la paciencia con Corea del Norte se me acabó, días antes también dijo que China había fracasado en su intento.

Así las cosas, todo indica que EE.UU. está desesperado por un lado en frenar a Corea del Norte pero sobre todo y por el otro, de frenar el crecimiento económico y su influencia mundial, vía el estallido de conflictos, roces y desestabilizaciones financieras o políticas, más cuando ve que cada vez están más a punto de una boda con Rusia.

El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.

Por: Roberto de la Madrid.

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