Caracas, 27 Ago. AVN.- El desmontaje de la economía rentista y la instauración de un modelo socioeconómico mixto para la distribución equilibrada de los recursos financieros del país forma parte de la contraofensiva que permitirá socavar la política hegemónica y las agresiones del Gobierno estadounidense contra el pueblo venezolano.
Así lo señala el vicepresidente para el Desarrollo Social y de las Misiones, Elías Jaua, en su artículo Ha llegado la hora, y apunta que la hegemonía imperial sobre Venezuela tiene su antecedente en 1908, cuando por la vía de facto, Juan Vicente Gómez asumió el poder y se doblegó a los intereses estadounidenses. Así, al apropiarse de las riquezas de la nación, se instauró un modelo económico monoexportador, importador y socialmente excluyente, favorable a Washington.
“A partir de 1908, tras la traición de Gómez al presidente nacionalista Cipriano Castro, la naciente élite imperial de Estados Unidos consolidó y expandió su hegemonía sobre Venezuela, en una doctrina militar que tiene como enemigo al pueblo; en un sistema político representativo de las élites, por la vía de facto o por elecciones; en una política internacional basada en la subordinación a la geopolítica imperial; y en la inoculación de un modo de ser, culturalmente hablando, pitiyanqui y endoracista”, expresó Jaua en el texto.
Aseveró que esa política hegemónica, que tiene como fin subyugar la soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano, sigue vigente en el ataque económico reciente y la amenaza de intervención militar del Gobierno de Estados Unidos contra la nación caribeña.
Ante esas agresiones, Jaua resaltó que es necesario consolidar la independencia nacional para la descontrucción de las fuerzas imperiales, hecho que es posible solo a través del desarrollo y expansión de la doctrina militar antiimperialista, bolivariana y democrática, en unión cívico militar.
“Hoy tenemos la soberanía política, la base industrial y tecnológica, la capacidad profesional, relaciones internacionales privilegiadas con los polos emergentes de desarrollo, millones de hombres y mujeres organizados política y socialmente, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Asamblea Nacional Constituyente y, sobre todo, la conciencia patria que Chávez hizo germinar en la mayoría de nosotros y nosotras, para consolidar la hegemonía de la soberanía nacional y la libertad”, dijo.
Además, planteó nueve aspectos que deben ser incluidos en esa nueva hegemonía popular:
1. Autonomía económica, basada en la producción nacional, en la innovación científica tecnológica y en la emergencia de un modelo de economía mixta.
2. La diversificación de nuestros mercados petroleros y sus derivados.
3. La consolidación de una arquitectura financiera y de un esquema de comercio internacional pluripolar.
4. La constitucionalización de un modelo de distribución igualitaria del ingreso nacional.
5. El florecimiento de un modelo democrático de poder popular.
6. El desarrollo y expansión de la doctrina militar antiimperialista, antioligárquica, bolivariana y democrática popular.
7. La reafirmación de nuestra identidad nacional.
