Europa prefiere olvidar las amenazas reales que se ciernen sobre ella. Para ello utiliza la agresión imaginaria que representa Rusia para el continente, pinta a Putin como el enemigo número uno y pretende inculcar a los europeos que Corea del Norte es el malo de la película, opina en un artículo para Sputnik el colaborador Aleksander Kwasniewski.
“En el mundo militarizado que tan astutamente dibujan los medios de comunicación no hay lugar para una evaluación realista de la situación. La ración diaria de noticias se debe llenar con Rusia, con Putin y, últimamente, con Corea del Norte. Todo para que los oyentes y los telespectadores sepan desde dónde acecha la amenaza”, cree Kwasniewski.
El columnista polaco advierte que las víctimas del terrorismo se han convertido en estadísticas y que no se dice que estas son consecuencia de una amenaza real en la que Europa debería centrarse. Añade que las formas de matar son cada vez más primitivas y simples.
“Pueden atravesar todo un paseo peatonal con una furgoneta, apuñalar en la calzada, meter explosivos en aviones o hacer que pase cualquier cosa de camino a la escuela o al trabajo o de paseo de mil maneras distintas”, opina Kwasniewski.
Así, el periodista considera al terrorismo como la amenaza real para los europeos y aprovecha para alertar sobre los molinos de viento contra los que Europa se empecina en luchar. El terrorismo paraliza a toda la sociedad europea, pero prefieren subestimarlo o callar. “La ‘amenaza rusa’ no causa muertes pero se habla más de ella que de las víctimas del terrorismo”, sentencia.
“Luchan contra el terrorismo con ‘marchas del silencio’ y con condolencias a las familias de las víctimas y el presupuesto se destina a armarse contra una futura guerra contra Rusia”, concluye.