El Ejército ruso desplegó el viernes policías militares en 12 áreas distintas en el norte de la provincia central de Hama y cerca de la vecina Idlib.
Así lo afirmó Mohamad Rashid, portavoz de Yash al-Nasr, una facción vinculada al llamado Ejército Libre Sirio (ESL), señalando que la medida rusa ha tenido lugar en el marco del nuevo acuerdo de zona de distensión en varias partes del país, incluida la noroccidental provincia de Idlib, que sigue en manos de los grupos armados y extremistas.
Según recogió el portal local South Front, los uniformados rusos se han estacionado en la base aérea de Hama, el campamento militar Kafr al-Ton, la base de Jurine, la aldea Ayn Salmu, la escuela Al-Sina, el hospital de Halfaya, el campamento militar de Al-Tarabia, la base Jatab, los montes de Zayn al-Abidin, el pueblo Maardis, así como en las localidades de Suran, Taybat al-Imam y Mahardah.
Por otro lado, otras fuentes de oposición siria señalaron que las unidades militares rusas patrullan los sectores septentrionales de Hama de forma regular. También indicaron que las fuerzas del Ejército sirio se replegaron de algunas de sus posiciones tras la llegada de la policía militar rusa.
Varios activistas opositores alegaron en las redes sociales que Moscú está planeando una operación militar en el norte de Hama. Sin embargo, es posible que las fuerzas rusas se dediquen a observar el cese al fuego en la nueva zona de desescalada.
En la misma jornada del viernes, Irán, Rusia y Turquía, países garantes de tregua en Siria, acordaron la creación de varias zonas de distensión en el territorio del país árabe que estarán en vigor seis meses.
“Se despliegan las fuerzas de los tres países garantes para la supervisión de la distensión (…) con el objetivo de impedir incidentes y combates entre las partes en conflicto (Gobierno de Siria y grupos de la oposición armada que ya se han unido o se unirán al alto el fuego)”, se afirma en la declaración conjunta.
