Rusia volvió a instar a las fuerzas de EE.UU. a retirarse de una vez por todas de Siria, asegurando que ya no hay razones para seguir en este país árabe.
“Cualquier razón citada por los estadounidenses para justificar su prolongada presencia militar (…) son puras excusas y creemos que su presencia tiene que acabarse”, indicó el jueves Alexander Lavrentiev, enviado especial del presidente ruso, Vladimir Putin, para Siria.
El diplomático ruso formuló estos señalamientos antes de participar, junto con la delegación de Irán y Turquía, en la octava ronda de consultas sobre el cumplimiento del alto el fuego en Siria en Astaná, la capital de Kazajistán.
El emisario de Moscú acentuó que la cita de Astaná (Astaná-8), a la que además asistieron observadores de Jordania y EE.UU., se centra en allanar el terreno para un Congreso de diálogo nacional sirio, que Rusia pretende albergar a principios del próximo año 2018, según recogió la agencia británica Reuters.
Hoy viernes, el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Staffan de Mistrua, llegó a Astaná para sumarse a las consultas sirias.
El Gobierno legítimo de Damasco sigue reclamando la retirada total de los soldados estadounidenses del suelo sirio, además del fin de la “ilegal” campaña de la llamada coalición anti-EIIL, arguyendo que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) está casi derrotado, después de perder en los últimos meses todos sus núcleos urbanos y feudos.
Sin embargo, el Gobierno y el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) se han negado a poner fin a su presencia militar en el territorio sirio. Conforme al director ejecutivo del Consejo estadounidense para el Interés Nacional, Philip Giraldi, y exempleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), Washington conservará sus efectivos en suelo sirio para intentar influir en el escenario posconflicto en el país árabe.