Un nuevo informe indica que los bombardeos de la llamada coalición contra EIIL (Daesh, en árabe), liderada por Estados Unidos, han dejado más de 6000 civiles muertos en Irak y Siria durante el año 2017. La cifra es tres veces más grande respecto a 2016.
En un informe publicado el jueves, la organización de periodistas independientes Airwars —con sede en el Reino Unido— señaló que entre 3923 y 6102 civiles murieron en 2017 en Irak y Siria a causa de los ataques aéreos de EE.UU. y sus aliados.
El balance ofrecido por Airwars, organización que basa sus informes en datos públicos,—sacados de redes sociales, testimonios directos y otras fuentes— muestra un aumento de más de 200 % en el número de víctimas mortales de las ofensivas de la “coalición” en 2017 respecto al año anterior.
“En 2017, la guerra contra Daesh se enfocó en centros urbanos densamente poblados, bajo el control de terroristas, causando terribles resultados para la población civil”, apostilló el informe.
Según agregó Airwars, esta coyuntura, “coincidió con el comienzo de la Presidencia de Donald Trump en Estados Unidos”, quien ordenó la intensificación de ataques de la coalición en Irak y Siria.
“(En 2017) La coalición llevó a cabo casi 11.573 ataques aéreos y de artillería, que mostraron un aumento del 50 por ciento en comparación con el año anterior”, subrayó el texto, mientras indicaba que más de 70 % de estos asaltos fueron lanzados en Siria.
El balance proporcionado por Airwras es mucho más elevado al ofrecido por el Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) que ha admitido la muerte de unos 800 civiles durante los bombardeos de la coalición a supuestas posiciones terroristas en Siria e Irak desde 2014.
Tanto el Gobierno de Irak como el de Siria cuestionan la efectividad de dichos bombardeos y critican a esa coalición por los daños estructurales y las muchas víctimas civiles que han dejado.
EE.UU. también ha sido acusado de ayudar a facciones extremistas e intentar detener el avance de las fuerzas gubernamentales ante los terroristas.
