“Hezbolá condena enérgicamente la bárbara y continua agresión sionista contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”, ha declarado el movimiento en un comunicado publicado este domingo, en alusión a los ataques aéreos de Israel contra el asediado enclave costero que continúan por tercer día consecutivo.
Hezbolá, de igual modo, ha lamentado el silencio de la comunidad internacional y del mundo árabe frente a una agresión que ha dejado hasta el momento 25 palestinos muertos, incluidos niños y dos mujeres embarazadas, y unos 154 heridos.
Muestra clara de dicho mutismo es el comunicado sesgado de esta misma jornada de la Unión Europea (UE), en el que se pide a los grupos de la Resistencia palestina cesar sus ataques con cohetes contra los territorios ocupados, que se producen en represalia a la brutal agresión de Israel, lo que pone en evidencia la indolencia e indiferencia del bloque comunitario hacia el sufrimiento del pueblo palestino.
En este contexto, Hezbolá ha elogiado al pueblo palestino y a sus grupos de Resistencia “por defender a su pueblo y su derecho a la vida, y asestar severos golpes al enemigo”.
Los palestinos han demostrado que la única opción para acabar con la arrogancia y la vileza del enemigo sionista es la resistencia, reza también el comunicado del movimiento libanés.
Ante el silencio de la comunidad internacional, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha comprometido a intensificar los ataques contra Gaza mientras HAMAS ha dicho que responderá con fuerza a las ofensivas.
El punto de inicio de la nueva ronda de ataques militares de Israel contra el enclave fue la noche del viernes, y tras la represión sistemática de los palestinos en las pacíficas protestas semanales enmarcadas en la “Gran Marcha de Retorno”, donde se reivindica el derecho de los palestinos a retornar a su territorio ancestral, ocupado por el régimen de Tel Aviv.
Los nuevos ataques representan la escalada más importante desde hace varias semanas en Gaza, donde desde el 30 de marzo de 2018 los palestinos reclaman sus derechos en las marchas de los viernes. La represión israelí contra estas movilizaciones ha dejado un saldo de más de 270 muertos, de acuerdo al Ministerio palestino de Salud, aunque otras estadísticas muestran cifras mucho más altas.
