El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, de no interferir en la disputa, entre Turquía y Grecia por la prospección gasífera en el Mediterráneo.
Así respondió a la presencia militar de Francia y a las amenazas del presidente francés y sus seis homólogos del sur de la Unión Europea (UE) han instado a Turquía a poner fin a su política de “confrontación” en el Mediterráneo oriental y amenazaron con sanciones europeas.
Erdogan instó también a Grecia a mantenerse al margen de las acciones erróneas con el apoyo de países como Francia.
A su vez, Grecia anuncia un importante programa de compra de armas y una reorganización de las Fuerzas Armadas del país, un programa que incluye la compra de 18 cazas Rafale de fabricación francesa. Con ello, Grecia será el primer país europeo en la compra del avión de combate francés.
Las tensiones entre Grecia y Turquía aumentaron, en agosto, cuando Ankara envió un buque de reconocimiento sísmico acompañado de buques de guerra en aguas reclamadas por Atenas. El Gobierno griego respondió con maniobras navales. Mientras, Francia interfirió enviando barcos y aviones de combate a la zona.
La disputa parece beneficiar hasta ahora solo a Francia por la venta de armas, su reforzada presencia militar en la región y la toma de un papel de liderazgo entre los países de Europa del sur.