El Tribunal portugués de Apelación ha ordenado levantar el confinamiento porque las pruebas PCR no son fiables. Es ilegal imponer el confinamiento a las personas basándose en el resultado positivo de uno de esos tests.
Sobre la base de las pruebas científicas actualmente disponibles, dice el tribunal (1), la prueba PCR no es hábil, por sí misma, para establecer sin lugar a dudas si la positividad es compatible con una infección de coronavirus, por varias razones, dos de las cuales son de importancia primordial: la fiabilidad de la prueba depende del número de ciclos utilizados y de la carga viral.
El tribunal se apoya en los estudios científicos para concluir que si una persona da positivo en una prueba de PCR recurriendo a 35 ciclos o más, como es la regla en la mayoría de los laboratorios de Europa y Estados Unidos, la probabilidad de que esa persona esté infectada es inferior al 3 por ciento y, por lo tanto, la probabilidad de que el resultado sea un falso positivo es del 97 por ciento.
El tribunal también señala que se desconoce el valor de corte de los ciclos utilizados para las pruebas de PCR que se realizan actualmente en Portugal.
Toda prueba de diagnóstico debe interpretarse, añade el tribunal, en el contexto de la probabilidad real de la enfermedad evaluada antes de que se realice la prueba propiamente dicha.
En la epidemiología actual existe una probabilidad cada vez mayor de que las pruebas de coronavirus den resultados positivos falsos, lo que tiene importantes consecuencias para las personas, el sistema de atención de la salud y la sociedad, concluyen los jueces portugueses.
“Dadas las dudas científicas expresadas por los expertos, es decir, los que tienen un papel que desempeñar, en cuanto a la fiabilidad de las pruebas de PCR, dada la falta de información sobre los parámetros analíticos de las pruebas y en ausencia de un diagnóstico médico que demuestre la presencia de infección o riesgo, esta jurisdicción nunca podrá determinar si C era efectivamente portador del virus del SARS-Cov-2 o si A, B y D tenían un alto riesgo”, resuelve.
Las instituciones sanitarias de Finlandia también cuestionaron los protocolos de análisis aprobados por la OMS. La jefa de sanidad, Mika Salminen, no siguió las recomendaciones de la OMS diciendo que dicho organismo no comprende las pandemias, que su protocolo de pruebas es ilógico y no funciona (2).
El sistema sanitario finlandés comenzó a limitar las pruebas de coronavirus a los grupos más vulnerables y al personal sanitario únicamente, porque realizar pruebas a personas con síntomas leves es un desperdicio de recursos sanitarios.
En una buena parte del mundo, la ficción de una segunda ola se ha construido sobre la base de los “contagios” y, por lo tanto, de las pruebas de detección de coronavirus, la mayor parte de las cuales se llevan a cabo mediante la técnica PCR, que se consideran como “más fiables” que las serológicas.
Como hemos expuesto aquí muchas veces, la evidencia científica existente no concede fiabilidad a dichas pruebas, lo que incluso han denunciado los epidemiólogos en medios de información general.
Un criterio clínico erróneo ha dado lugar, además, a que el confinamiento y demás medidas restrictivas se hayan impuesto con carácter general, es decir, tanto a los positivos como a los negativos, lo cual nunca había ocurrido en la historia.
(1) https://tribunal-relacao.vlex.pt/
(2) https://greatgameindia.com/finland-says-whos-coronavirus-protocol-doesnt-work/