El primer ministro eslovaco, Eduard Heger, ha anunciado la expulsión de tres funcionarios de la Embajada rusa en Bratislava.
La medida se emprende en solidaridad con la República Checa y en consideración de la actual situación geopolítica, ha afirmado Heger en rueda de prensa.
Los empleados de la Embajada rusa en Bratislava deberán abandonar el país centroeuropeo en el curso de 7 días.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha expresado su “decepción con las acciones no amistosas” de Bratislava y ha prometido una respuesta que no se hará esperar.
La Embajada rusa en Bratislava ha descrito la decisión de Eslovaquia como un “gesto que contradice las históricamente buenas relaciones entre los dos pueblos”.
Este jueves las autoridades checas han cumplido su amenaza de reducir adicionalmente el personal de la Embajada de Rusia en Praga hasta el número de personas que tiene la misión diplomática checa en Moscú. Esto supone la marcha adicional de Praga de otros 22 diplomáticos rusos y 48 trabajadores técnicos.
La Cancillería rusa anunció el pasado domingo que 20 empleados de la Embajada de la República Checa en Moscú fueron declarados personas no gratas y deberían irse del país por tardar el 19 de abril.
Aquella fue la contramedida del Gobierno ruso tomada en respuesta a la expulsión de la República Checa de 18 diplomáticos por sospechas de que los servicios de inteligencia rusos estuvieron involucrados en la explosión de un depósito militar en el 2014.
El Gobierno checo acusó a los integrantes de la misión diplomática rusa de ser espías militares del Kremlin y les concedió 48 horas para abandonar el país. Las autoridades checas sostienen que todas estas personas son miembros de los servicios de inteligencia rusos y trabajan para el Departamento Central de Inteligencia de Rusia (GRU) y el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR).
Las explosiones de las que habla Praga tuvieron lugar el 16 de octubre y el 3 de diciembre de 2014 y se produjeron en los depósitos militares en la localidad checa de Vrbetice, situada en el sureste del país. La primera le costó la vida a dos personas.