“Los ejercicios Arctic Challenge, con la participación de @HQUSAFEAFAF [Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa] son provocadoras. Estas maniobras no establecen ningún marco de confianza mutua en Europa y contradicen el desarrollo pacífico y sostenible de la región ártica”, ha enfatizado este martes la embajada de Rusia en Estados Unidos, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Las maniobras Arctic Challenge se llevan a cabo cada dos años en el marco del mecanismo de Cooperación de Defensa Nórdica (NORDEFCO, por sus siglas en inglés), el cual fue establecido en noviembre de 2009 por Dinamarca, Islandia, Finlandia, Suecia y Noruega, siendo este último país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La edición de este año de los ejercicios aéreos tácticos, considerados los más grandes de Europa, que se desarrolla desde el 7 al 18 de junio de 2021, está encabezada por las fuerzas finlandesas con un número limitado de participantes debido a la pandemia del coronavirus.
❗️Exercises #ArcticChallenge with participation of @HQUSAFEAFAF are provocative. These maneuvers do not establish any framework for mutual trust in Europe and contradict to peaceful and sustainable development of #ArcticRegion
— Russian Embassy in USA 🇷🇺 (@RusEmbUSA) June 8, 2021
El destacamento de la Infantería de Marina de EE.UU., que consta de 250 infantes de marina, incluye diez aviones de combate multiusos F/A-18 Hornet, 12 aviones cisterna KC-130 y otros 8 cazas F-16.
El objetivo de los simulacros, conforme a sus organizadores, es entrenar a las fuerzas participantes para poner en prueba sus respectivos cazas en grandes operaciones de combate aéreo.
La zona del Ártico es de suma importancia por sus grandes reservas de gas y petróleo, así como por ser muy estratégica para Moscú y el Occidente, en particular, dadas las tiranteces en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
En los últimos años, se ha intensificado la competencia entre EE.UU., Rusia, China y los Estados europeos, en ampliar sus respectivas presencias en esa región nórtica, y por eso, Washington, junto a sus capitales aliados europeos, ha expresado una y otra vez su preocupación por la creciente influencia de Moscú y Pekín en el Ártico.
