El Destacamento de Operaciones Especiales Azov, también conocido como Batallón Azov, un infame regimiento militar neonazi con base en Ucrania fundado por supremacistas blancos, acaparó la atención mundial después de que sus miembros fueran vistos involucrados en la actual crisis entre Ucrania y Rusia. Anteriormente, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que la operación militar de Rusia en Ucrania tenía como objetivo “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
La semana pasada, el batallón Azov desató la indignación por un vídeo insultante y racista compartido por la Guardia Nacional de Ucrania (GNU) en Twitter, que parecía mostrar a miembros de Azov engrasando balas con grasa de cerdo. “Los combatientes de Azov de la Guardia Nacional engrasaron las balas con manteca de cerdo contra los orcos de Kadyrov”, decía la cuenta de la GNU. La GNU borró posteriormente el vídeo ofensivo de su cuenta tras las críticas de numerosos usuarios de Twitter.
Al parecer, el Batallón Azov es una unidad de la GNU, respaldada por el Ministerio del Interior de Ucrania. A pesar de su posible origen oficial en Ucrania, el Batallón Azov es conocido en Occidente por su postura neonazi extrema, y por su presunta participación en una serie de ataques terroristas e incidentes de incitación separatista en varios países y regiones, incluidos los disturbios en la Región Administrativa Especial de Hong Kong en 2019.
Irónicamente, a pesar de ser ampliamente considerado como una amenaza para la seguridad mundial y un enemigo de la civilización humana, se descubrió que el Batallón Azov tiene vínculos no solo con las autoridades de Ucrania, sino también con Estados Unidos. Tras examinar la información pública del gobierno estadounidense y algunos informes de investigación de periodistas occidentales, el Global Times descubrió que es muy probable que políticos, militares y oficiales de inteligencia estadounidenses hayan cooperado con el Batallón Azov, con el fin de fomentar las fuerzas extremistas en Europa del Este contra Rusia.
¿Detrás de qué están Estados Unidos?
Desde que se fundó el Batallón Azov en 2014, muchos medios de comunicación estadounidenses han revelado sus posibles conexiones con las autoridades de Estados Unidos.
Según un artículo de Yahoo News de enero de 2022, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha estado entrenando en secreto a fuerzas para Ucrania desde 2015. La CIA ha estado supervisando un programa secreto de entrenamiento intensivo en Estados Unidos “para las fuerzas de élite de operaciones especiales ucranianas y otro personal de inteligencia”, según citaba el artículo a “cinco antiguos funcionarios de inteligencia y seguridad nacional familiarizados con la iniciativa”.
El programa, de varias semanas de duración, incluye entrenamiento en armas de fuego, técnicas de camuflaje, navegación terrestre, tácticas como “cubrirse y moverse”, inteligencia y otras áreas, dijeron los ex funcionarios. Además de lo anterior, la CIA también comenzó a “viajar al frente en el este de Ucrania para asesorar a sus homólogos allí en 2015”, informó Yahoo.
También en 2015, el Congreso de Estados Unidos eliminó de su proyecto de ley de gastos de fin de año la prohibición de financiar a grupos neonazis como el Batallón Azov, según un artículo de la revista The Nation de enero de 2016. En julio de 2015, dos congresistas elaboraron una enmienda al proyecto de ley de asignaciones de Defensa de la Cámara de Representantes que limitaba “las armas, el entrenamiento y otro tipo de asistencia a la milicia neonazi ucraniana, el Batallón Azov”, pero la enmienda fue eliminada en noviembre tras “la presión del Pentágono”, dijo una persona con información privilegiada a The Nation.
“Teniendo en cuenta el hecho de que el ejército estadounidense ha estado entrenando a las fuerzas armadas ucranianas y a las tropas de la guardia nacional, … el Congreso y la administración han allanado el camino para que la financiación estadounidense acabe en manos de los elementos más nocivos que circulan por Ucrania en la actualidad”, comentó el autor del artículo, James Carden, sugiriendo que el ejército estadounidense también había participado en el entrenamiento del GNU, que podría incluir a miembros del Batallón Azov.
No es sorprendente que los observadores hayan visto que las armas estadounidenses en Ucrania “fluyen directamente a los extremistas de Azov.” En diciembre de 2017, Richard Vandiver, del fabricante de armas estadounidense AirTronic, dijo a la Voz de América que sus ventas de armas letales a Ucrania se llevaron a cabo en “muy estrecha coordinación” con la Embajada de Estados Unidos, el Departamento de Estado de Estados Unidos, el Pentágono y el gobierno ucraniano. Semanas más tarde, el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Consejo Atlántico confirmó en un informe de enero de 2018 que el Batallón Azov fue receptor de la transferencia.
Debe haber algunas conexiones entre el Batallón Azov y Estados Unidos, especialmente las agencias de inteligencia estadounidenses, dijo Li Wei, un experto en seguridad nacional en el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China.
“Apoyar a los neonazis de Ucrania sirve a los propios intereses de Estados Unidos”, dijo Li al Global Times. “Al incitar los conflictos entre Ucrania y Rusia, EEUU ha debilitado a Rusia y ha empujado aún más a Ucrania hacia la OTAN; también ha mejorado sus relaciones con Europa, que se ha vuelto más dependiente estratégicamente de EEUU. Estados Unidos es realmente el mayor beneficiario de las tensiones entre Rusia y Ucrania“.
A finales de 2021, Estados Unidos fue uno de los dos países que vetó un proyecto de resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “para combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a alimentar las formas contemporáneas de racismo”. El otro fue Ucrania. “Ambos países han votado sistemáticamente en contra de esta resolución cada año desde 2014”, escribió un artículo de la revista estadounidense Jacobin en enero de 2022.
Con su mentalidad de la Guerra Fría, Estados Unidos ha estado avivando las llamas antirrusas en Europa del Este, siendo muy connivente con las fuerzas neonazis de allí, criticaron los estudiosos de las relaciones internacionales.
“Hemos visto cómo Estados Unidos apoya o ayuda a grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico (ISIS)”, dijo Li. “Estados Unidos se mete con el mundo por sus propios intereses geopolíticos”.
Maldades en todo el mundo
En diciembre de 2019, algunos neonazis ucranianos, incluidos los miembros del Batallón Azov, fueron vistos en los disturbios separatistas en las calles de Hong Kong, causando pánico entre los ciudadanos locales, informaron los medios de comunicación de Hong Kong.
No era la primera vez que los miembros del Batallón Azov participaban en incidentes terroristas o violentos. En marzo de 2019, 51 personas fueron asesinadas en dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda) en un tiroteo masivo perpetrado por el australiano Brenton Tarrant. Tarrant, que mostraba un símbolo utilizado por el Batallón Azov durante los ataques, afirmó en su manifiesto que había viajado a Ucrania, según un artículo publicado en el sitio web del Consejo Atlántico en febrero de 2020.
Los medios de comunicación estadounidenses informaron en septiembre de 2019 de un intento de atentado terrorista por parte de un soldado estadounidense que trató de poner una bomba en una importante cadena de noticias estadounidense. El soldado Jarrett William Smith, detenido por el FBI, dijo que “planeaba viajar a Ucrania para luchar junto al violento grupo de extrema derecha Batallón Azov”, informó ese mes ABC News.
Dentro de Ucrania, el Batallón Azov también es infame por su maldad en la región oriental. Fue acusado de desplazar a los residentes tras saquear propiedades civiles entre noviembre de 2015 y febrero de 2016, según un informe de 2016 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El informe también acusó al Batallón Azov de violar y torturar a los detenidos en la región de Donbass durante ese periodo. Según el informe, violó el derecho internacional y los Acuerdos de Minsk.
