Trabajadores de las industrias petrolera y gasística de Noruega iniciaron este martes una huelga para exigir una subida de salarios que compense el aumento de la inflación, anunció Audun Ingvartsen, líder del sindicato Lederne, a Reuters.
Equinor, la compañía estatal noruega de petróleo, ha comenzado el cierre de los campos de Gudrun, Oseberg South y Oseberg East, situados en el mar del Norte. En las próximas horas se espera que se haga lo propio con los campos de Kristin, Heidrun, Aasta Hansteen y Tyrihans.
Se espera que el paro provoque una reducción de 89.000 barriles equivalentes de petróleo (BEP) el martes, de los cuales 27.500 son de gas, mientras que el miércoles el recorte se elevaría a 292.000 BEP, lo que representa el 13 % de la producción total del país nórdico.
Asimismo, está previsto que para el sábado los campos de Sleipner, Gullfaks A y Gullfaks C dejen de bombear petróleo, lo que podría generar un ‘efecto dominó’ en otras instalaciones que funcionan gracias a esos campos.
Escalada con consecuencias desconocidas
De darse este escenario, la producción de crudo y otros líquidos derivados podría reducirse en otros 160.000 BEP diarios, mientras que la producción de gas natural lo haría en alrededor de 230.000. Esto significaría el cierre de una cuarta parte de la producción de gas de Noruega, así como de alrededor del 15 % de su producción de petróleo, según estimaciones de la agencia británica.
«Las consecuencias de esta escalada aún no están claras«, declaró Equinor. Por su parte, el Ministerio de Trabajo noruego comunicó que está siguiendo de cerca el conflicto laboral, asegurando que podría intervenir para detener la huelga si existen circunstancias excepcionales.
El paro tiene lugar en medio de una subida en los precios del petróleo y el gas, con un suministro de gas natural a Europa especialmente ajustado tras los recortes de las importaciones rusas. El pasado jueves, los miembros de Lederne votaron en contra de un acuerdo salarial que había sido negociado por empresas y líderes sindicales.
