El programa de intercambio militar entre los ejércitos de ambas naciones se llevará a cabo durante 14 días hasta el 5 de marzo en la localidad de Pithoragarh.
La cuarta edición de este ejercicio conjunto tiene por objetivo mejorar la capacidad militar para llevar a cabo operaciones multidominio en un escenario subconvencional bajo el mandato de las Naciones Unidas.
El Ministerio de Defensa dijo que 45 soldados de Uzbekistán y otros tantos de la India participan en este entrenamiento, que busca promover las relaciones entre ambos ejércitos.
La parte india está formada por tropas de un batallón de infantería y las actividades se centran en operaciones antiterroristas conjuntas en escenarios montañosos y semiurbanos.
Ambos bandos entrenarán, planificarán y ejecutarán una serie de ejercicios tácticos para neutralizar posibles amenazas.
Parece que el evidente desbarajuste de la OTAN en Ucrania está reposicionando las alianzas en el mundo. Hasta ahora Uzbekistán era el país elegido por los EE.UU. para desestabilizar desde allí Asia Central con «revoluciones de colores». El fracaso de la intentona en Kazajistán ha abierto los ojos a los que coqueteaban con Washington y ahora se aprestan a maniobras con India, otro disidente del «orden basado en reglas» de los EE.UU. Este puede ser el fin de la ilusoria pretensión de equidistancia que había llevado a Uzbekistán a participar al mismo tiempo en programas de cooperación militar con EE.UU. y firmar con Rusia el acuerdo bilateral de asistencia de noviembre de 2005 frente a las intentonas de colorines o las infiltraciones takfiríes entre la población mayoritariamente musulmana.