
Pinar del Río.–Julio Emilio Morejón evita las poses y los formalismos. Por eso, en las largas jornadas de recorrido por comunidades y centros de trabajo que sostienen los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, siempre prefiere dejar a un lado los protocolos y mezclarse con la gente.
«Me gusta socializar y romper los esquemas de que se ubiquen unas personas de un lado y otras del otro», dice.
A sus 22 años, es uno de los cinco estudiantes universitarios que pudieran integrar el nuevo Parlamento.
Oriundo de la carretera a Luis Lazo, a varios kilómetros de la ciudad de Pinar del Río, Julio Emilio cursa actualmente el cuarto año de la Licenciatura en Educación en Lenguas Extranjeras y se desempeña al mismo tiempo como presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
Confiesa que se trata de una responsabilidad doble, porque implica cumplir con las tareas al frente de la organización y con sus deberes como alumno.
Ser uno de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional es motivo de orgullo, pero también una prueba del carácter democrático de nuestro sistema electoral y de la confianza de la Revolución en las nuevas generaciones, considera.
En los años duros de pandemia, integró el Contingente Hermanos Saíz, una iniciativa de la casa de altos estudios pinareña para apoyar en las tareas más urgentes.
Como parte de esta valerosa tropa, estuvo cuatro veces laborando en la zona roja. Una de ellas, a pesar de los cuidados, resultó positivo a la COVID-19.
Tras el paso del huracán Ian, cuando el contingente se volvió a activar, viajó hasta La Coloma, en condiciones de campaña, para apoyar en el levantamiento de los daños y ayudar en otras tareas, como la recuperación de la panadería y la pizzería o la distribución de donaciones. «En todo lo que se escapaba, ahí estábamos nosotros».
«Aunque mi casa también perdió el techo, mis padres me dijeron que no me preocupara, que fuera a cumplir la tarea».
De los numerosos intercambios que ha sostenido en los últimos días, afirma que han sido una experiencia inolvidable y extremadamente útil en su preparación como posible diputado. «Me encanta caminar nuestras comunidades», confiesa.
Lo que más le ha impresionado es el empeño de los pinareños en sobreponerse a las dificultades y tratar de buscar soluciones entre todos, siguiendo la ruta que nos trazaran Fidel y Raúl.
Por ello, su mayor expectativa con el nuevo Parlamento es contribuir al fortalecimiento del Poder Popular y a la construcción de ese país mejor al que aspiramos todos.