El trágico suceso, sumado a un sinnúmero de incidentes de violencia con armas de fuego ocurridos a diario en Estados Unidos, tuvo lugar en la tarde del jueves, cuando una mujer llamó a las fuerzas del orden diciendo que habían “disparado a sus bebés”.
Poco después, otra persona que pasaba por la zona también llamó a emergencias diciendo que había visto a una niña menor de edad corriendo por la calle diciendo que “su padre estaba matando a todos”.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda encontraron a tres niños, de 3, 4 y 7 años, inconscientes en el patio con heridas de bala y los intentos de paramédicos para revivirlos fallaron.
La madre de los niños, una mujer de 34 años, quien también recibió un disparo en la mano, fue trasladada al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati para recibir atención.
Los agentes policiales detuvieron al padre de la familia, identificado como Chad Doerman, que se encontraba sentado en un escalón al exterior de la vivienda en la que murieron sus hijos.
La violencia con armas de fuego es frecuente en la vida estadounidense. Los informes oficiales indican un aumento significativo en los tiroteos masivos e incidentes relacionados a armas de fuego en los últimos años aumento en este país, y los expertos culpan de ello, por las ventas de armas de fuego y los laxos controles para obtener pistolas y rifles de asalto.