“Ustedes están al tanto de la posición perfectamente clara y coherente de la Federación de Rusia de que la membresía de Ucrania en la OTAN provoque consecuencias muy negativas para toda la arquitectura de seguridad de Europa que ya casi está en ruinas, así como represente un peligro absoluto, una amenaza para nuestro país”, afirmó Peskov ante la prensa.
Asimismo, el portavoz reafirmó que si Ucrania ingresa en la Alianza Atlántica, Rusia estará obligada a dar una respuesta enérgica.
A finales de septiembre de 2022, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, presentó una solicitud de ingreso de Ucrania en la OTAN de forma acelerada. Más tarde, el consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, señaló que la admisión del país es actualmente inoportuna.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba, declaró que Kiev no se conformaría con ninguna decisión de la cumbre del bloque militar que se celebrará los días 11 y 12 de julio en Vilna que no fuera una invitación a ingresar en la alianza.
Moscú ha declarado en más de una ocasión que la OTAN es un bloque en busca de confrontación. En abril de 2022, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la expansión de la alianza no garantizará una mayor seguridad a Europa.
Repatriación de excombatientes ucranianos del batallón Azov
Asimismo, el Kremlin espera explicaciones de Ankara sobre la repatriación de excombatientes ucranianos del batallón nacionalista Azov, dijo Peskov.
“Por lo que respecta al retorno de los cabecillas del Azov [a Kiev], es una violación de los acuerdos que teníamos y vamos a discutirlo con la parte turca. De hecho, ya lo hemos empezado”, subrayó Peskov.
En el transcurso de este diálogo, agregó el representante del Kremlin, “esperamos recibir de la parte turca explicaciones acerca de lo ocurrido y las tendremos en cuenta en los acuerdos siguientes”.
Con respecto a la construcción de un centro de distribución del gas natural en el territorio de Turquía, el funcionario aseguró que estos asuntos no están relacionados y que Moscú planea seguir fomentando su cooperación con Ankara.
El batallón Azov, llamado también regimiento Azov, surgió como una unidad de voluntarios de ideología neonazi, pero en 2014 pasó a formar parte de la Guardia Nacional de Ucrania.
En agosto de 2022, el Tribunal Supremo de Rusia comunicó como organización terrorista el batallón ucraniano Azov y proscribió sus actividades.
En septiembre del mismo año trascendió que excabecillas del Azov, que habían peleado contra las tropas rusas en Mariúpol, fueron parte de un amplio canje de prisioneros entre Rusia y Ucrania. El diario turco Hurriyet publicó en enero de 2023 que los veteranos de Azov iban a permanecer en Turquía hasta el fin del conflicto armado, por exigencia de Rusia.
Zelenski comunicó el 8 de julio que cinco exjefes del Azov —Denís Prokopenko, Sviatsolav Palamar, Serguéi Volinski, Oleg Jomenko y Denís Shlega— regresan de Turquía a Ucrania.
