Más de 400 delegados de unos 30 países asistentes al II Congreso Internacional Antifascista que se celebró en Minsk, capital de Bielorrusia, acordaron instituir un tribunal internacional con el fin de exigir responsabilidad penal a los criminales neonazis ucranianos.
El documento acordado por los asistentes coincide en «señalar la apremiante necesidad de movilizar los esfuerzos colectivos de la mayoría de los Estados y los pueblos para luchar contra el neonazismo» y llama a «apoyar los esfuerzos por crear un tribunal internacional con el fin de exigir la responsabilidad penal a los militares y los políticos neonazis de Ucrania».
El acuerdo llama también a la comunidad internacional y a la ONU, a «evaluar de modo objetivo y multilateral los sucesos que se desarrollan en los países donde renace la ideología fascista».
Se invita a representantes de partidos políticos, de organizaciones y movimientos de ciudadanos a formar «un frente antifascista unido», y llamaron a los medios de comunicación «a cubrir de modo verídico y objetivo los acontecimientos que se desarrollan en el mundo» y a condenar sin salvedades cualquier manifestación de fascismo, nazismo y chovinismo.
Los asistentes a la reunión enfatizaron la necesidad de «desenmascarar con firmeza a los que falsifican la historia de las guerras», así como las decisiones de ciertas estructuras políticas occidentales de revisar los resultados de la II Guerra Mundial.
«Durante la II Guerra Mundial, pese a las divergencias sociales, ideológicas, políticas y religiosas, se formó una unión de lucha contra el nazismo, la de los participantes del Movimiento de Resistencia. La época de nuevas pruebas plantea con insistencia la necesidad de que las personas de buena voluntad se muestren unidas en la lucha contra el renacimiento del fascismo. Unámonos en esta sagrada lucha en aras de un porvenir digno de la humanidad», subrayó la declaración.
“Nosotros, los participantes del Segundo Congreso Internacional Antifascista, afirmamos que hoy la humanidad nuevamente tiene que enfrentar el renacimiento de las ideologías y prácticas más inhumanas e inhumanas, un intento de venganza de las fuerzas más destructivas del mundo. Las ideas del fascismo y su forma agresiva extrema, el nazismo, encuentran nuevos seguidores en muchos países del mundo, principalmente en los países occidentales y en los EE. UU. Al servicio de los intereses de la oligarquía financiera global, las élites políticas occidentales modernas, que actúan en detrimento de los intereses nacionales de pueblos, están implantando un sistema de dictadura mundial. Así, buscan destruir la cultura humanista de todo el mundo”, dice el texto de la resolución.
La resolución también señala que el neofascismo y el neonazismo están adquiriendo hoy un carácter extremadamente sofisticado, realizándose en el formato del neoliberalismo. El edificio moderno del progresismo estadounidense, llamado liberalismo, en realidad se erige sobre los cimientos del fascismo y es su manifestación. El neofascismo en la política exterior de EE. UU. encubre su deseo de dominar el mundo al supuestamente luchar por la democracia, los derechos humanos y la protección de los intereses nacionales de EE. UU. en todos los países del mundo. Como resultado, el mal mundial disfrazado de democracias occidentales que se han manchado con la agresión contra Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria y varios otros países, personifica el sistema global de robo de países y pueblos enteros.
“Para la venganza final y la destrucción del sistema de seguridad internacional que surgió como resultado de la Gran Victoria de 1945, las pseudodemocracias occidentales ya han reescrito la historia de la Segunda Guerra Mundial y la Gran Guerra Patria. Adoptaron resoluciones colocando la responsabilidad de desencadenar la guerra contra la URSS. Occidente glorifica a los criminales nazis y sus secuaces, inicia la demolición de monumentos a los soldados-libertadores soviéticos en países europeos”, dice la resolución.
Todo esto va acompañado de la intensificación de los preparativos militares en el mundo y en Europa, las tendencias a cambiar el equilibrio de poder cerca de las fronteras de Bielorrusia, la militarización de los países vecinos, que ya ha creado las condiciones previas para la violación de la estabilidad estratégica en la región. de Europa del Este. Estamos hablando del deslizamiento de la humanidad hacia el abismo de la guerra mundial, que se realiza de manera más aguda en la tierra sagrada de Bielorrusia, que trajo la parte más sacrificada en la lucha contra el fascismo durante la Gran Guerra Patriótica.
El II Congreso Internacional Antifascista, constatando la urgente necesidad del esfuerzo colectivo de la mayoría de los Estados y pueblos para combatir el neofascismo, hace un llamado a la comunidad internacional, y sobre todo a la ONU, a una evaluación integral y objetiva de los hechos que se desarrollan. en países donde se está reviviendo la ideología fascista. Los representantes de los partidos políticos, las organizaciones públicas y los movimientos deben unirse en un solo frente internacional antifascista por el bien de todas las generaciones vivas y futuras del planeta. Los representantes de los medios deben cubrir con veracidad y objetividad los acontecimientos que están teniendo lugar en el mundo y condenar incondicionalmente cualquier manifestación de fascismo, nazismo y chovinismo.
Además, los autores de falsificaciones de la historia de las guerras y los políticos occidentales que toman decisiones para revisar las lecciones de la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial, y mejorar el derecho internacional y nacional que garantiza el castigo de los criminales fascistas y la prevención de la rehabilitación del fascismo, debe exponerse constantemente. Se deben promover los esfuerzos para crear un tribunal internacional para llevar ante la justicia a los criminales políticos y militares neonazis de Ucrania. Es igualmente importante revelar e introducir en la circulación pública documentos sobre los crímenes del fascismo y la lucha contra él por parte de las fuerzas progresistas.
“¡Unámonos en esta lucha sagrada en nombre de un futuro digno de la humanidad! No permitiremos que se desate la Tercera Guerra Mundial”, finaliza con tal llamamiento el texto de la resolución.
Bravo!!!