Recientemente, el avión MC-21 realizó su primer aterrizaje automático en la categoría III A de la Organización de Aviación Civil Internacional. Esto implica el aterrizaje con un rango de visibilidad en pista de al menos 200 metros y una altitud de decisión inferior a 30 metros.
Este vuelo abrió el programa de pruebas del sistema de aterrizaje automático, al que seguirán las pruebas de certificación. En total están previstos unos 100 vuelos de prueba de este tipo.
“Existen situaciones en las que llegamos al límite de la capacidad humana. Cuando simplemente no pueden realizar un aterrizaje, por ejemplo, en condiciones meteorológicas extremadamente difíciles. (…) Una persona en tales condiciones meteorológicas a veces simplemente no puede encontrar la pista de despegue”, explicó Román Gusárov, experto en la industria aérea.
Gusárov dijo que el sistema automático de aterrizaje, a diferencia del piloto, es capaz de reconocer una pista en condiciones de visibilidad casi nula y llevar el avión hasta ella sin problemas. Llamó la atención sobre la calidad de este sistema en el MC-21, al que se asignó la categoría IIIA, la más alta en la clasificación de la Organización de Aviación Civil Internacional.
Los aviones rusos de pasajeros de medio recorrido MC-21 empezarán a entregarse a las compañías aéreas a partir de 2025. El MC-21 compite con el Boeing 737 y el Airbus А320. Está diseñado para volar a distancias de unos 6.000 kilómetros.
