«Llevamos a cabo dos operaciones en el marco de la quinta etapa del enfrentamiento, y alcanzamos con éxito dos objetivos. En la primera operación atacamos dos blancos militares en la ocupada Jaffa (Tel Aviv) con los misiles Palestina-2 y Zou Fikar», indica el comunicado.
Además, el comando del ejército hutí indicó que para atacar Tel Aviv y Eilat en el sur de Israel también se utilizaron drones.
Los hutíes prometieron continuar las operaciones militares contra Israel, así como el bloqueo de los mares Rojo y Arábigo para el paso de buques relacionados hasta el cese de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza y el Líbano.
El movimiento Ansarolá forma parte del llamado ‘eje de resistencia’, alianza antisraelí que Irán ha fraguado con las milicias ideológicamente afines de Palestina, Siria, El Líbano y Yemen.
En noviembre de 2023, los hutíes iniciaron una campaña de ataques a buques mercantes presuntamente relacionados con Israel para impedir que transiten por los mares Arábigo y Rojo hasta que la Franja de Gaza reciba los alimentos y medicinas que necesita.
Para septiembre de 2024, los hutíes atacaron unos 200 buques presuntamente vinculados con Israel.
Además, las fuerzas hutíes intentan periódicamente disparar misiles hacia el territorio israelí y se implicaron en un ataque masivo con drones y misiles que Irán lanzó contra Israel a mediados de abril en represalia por el bombardeo sobre el consulado iraní en Damasco.
El 29 de septiembre, la aviación israelí bombardeó depósitos de combustible en un puerto marítimo y plantas de energía eléctrica en las zonas de Ras Isa y Hodeida, en el oeste de Yemen. Los bombardeos, lanzados en represalia por los ataques hutíes contra Israel, causaron al menos seis muertos y 57 heridos, según los medios yemeníes.