ALAN RED. Revoluciones de colores en el espacio postsovietico. ¿Georgia 2.0?

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Sueño Georgiano, el partido de Bidzina Ivanishvili, se formó en un convulso 2012 para irrumpir en el espacio político georgiano al calor del fin del ya desgastado gobierno de Saakashvili, el entonces primer ministro del país, de origen georgiano-ucraniano y declarado pro-occidentalista, que, entre otros hechos importantes, fue el actor principal del golpe de Estado de la Revolución de las rosas.

 

Este 27 de octubre de 2024, con más del 99% de escrutinio, los resultados oficiales de la Comisión Central de Elecciones no dejan lugar a dudas:

– Sueño Georgiano, 54,08%.

En cuanto a la oposición, la combinación total de los partidos que la componen y que pasan el 5% de los votos, da un total de 37,58% repartidos de la siguiente manera:

– Coalition for Change (Ahali+Girchi – More Freedom + Droa): 10,93%

– Unity to Save Georgia (MNU+Strategy Agmashenebeli): 10,12%

– Strong Georgia (Lelo for Georgia+For People+Citizens+Freedom Square): 8,78%.

Pues bien, pese a que sean similares las líneas ideológicas de Sueño Georgiano y de uno de los principales partidos del bloque de la oposición y principal opositor mediático, el occidentalista MNU, eso no ha evitado que la oposición conjuntamente con el apoyo del bloque occidental que la apoya, no hayan puesto en marcha la maquinaria del fango mediática para desacreditar la legitimidad del sistema electoral y los resultados, aduciendo irregularidades que comprenden toda una serie de acusaciones *1 que ya empiezan a sonar demasiado familiares; intimidación, coacción, compra de votos, falta de transparencia… y un largo y aburridísimo etc.

De hecho, el jefe del servicio de prensa del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller*2, ha amenazado a Georgia con «más consecuencias» si el gobierno de la república no cambia de rumbo. ¿No suena esto de algo?

La práctica totalidad de los medios occidentales ya se han apresurado a hacer de lo suyo y poner sistemáticamente en cuestión, desde toda clase de perspectivas, dicha legitimidad electoral y copando el ecosistema mediático con su propaganda.

Como apuntan analistas independientes sobre el terreno, «A los liberales globalistas les duele el resultado, solamente tenemos que observar cómo intentan desacreditar al partido Sueño Georgiano como prorruso en los medios de comunicación, cuando realmente es una mezcla de euroescepticismo moderado con nacional-conservadurismo. No hace tanto tiempo, el nacional-conservadurismo en los países del antiguo bloque soviético implicaba distanciarse de la “antigua potencia imperial”, es decir, de la Federación Rusa. Ahora, el distanciamiento es respecto a los intereses de Estados Unidos y la Unión Europea, en favor del beneficio nacional propio, incluso sí este implica cooperar con Rusia en determinados aspectos.»

¿Y por qué ocurre todo esto de nuevo? Georgia tiene muy cercano en el espacio y el tiempo el caso de Ucrania. De hecho han usado imágenes de actuales áreas de la Ucrania destruida por la guerra proxy de la OTAN para reforzar su campaña de que su principal propósito es «la paz». Una paz, que si bien es discutible su verdadero significado, desde luego bien saben que no la obtendrán si siguen las directrices de la UE y USA. Queda evidenciado en el propio discurso de Sueño Georgiano tras ganar las elecciones:

«Los ucranianos siguieron todas las directrices de sus supervisores occidentales para terminar en una guerra directa con Rusia que está destruyendo su país. Parece que todos los países que siguen esas directrices son alentados públicamente, invitados a eventos de honor, pero en la práctica terminan en situaciones desfavorables. Además, la Unión Europea tampoco atraviesa su mejor momento, y la adhesión a ella, pese a nuestra identidad europea indiscutible, no aporta beneficios económicos».

Mientras, al calor de los crecientes enfrentamientos mediáticos y callejeros entre ambos bandos, banderas triples de la UE, Georgia y Ucrania son enarboladas por militantes de la oposición, con macabra retórica.

Efectivamente, todo parece seguir un perverso guion occidental para ser aplicado cuando no ganan los suyos. Sólo hay que tener en cuenta el ejemplo reciente en Moldavia donde ocurrió al contrario: «si ganan los liberales globalistas a favor de la UE, las elecciones son honestas», y no veremos titulares de denuncia por fraude o advertencias bélicas por doquier en el entramado mediático occidental. Pero si, por el contrario, ganan los euroescépticos, es que Putin está involucrado, el gobierno de turno es prorruso; y, por consiguiente, los resultados ilegítimos.

¿Acaso no esto un forma bastante directa de colonización?

Reparemos en la retahíla, aunque solo sea en parte, de las denominadas «revoluciones de colores»: Protestas en Kazajstan en 2022; la revolución de terciopelo de Armenia en 2018;  revolución de las zapatillas en Bielorrusia (fallida, en la que intentaron derrocar a Lukashenko); o el Euromaidán de Ucrania, que resultó, por el contrario, más que exitosa y fue antesala de la actual guerra que hoy persiste.

De hecho, la propia Georgia ya sufrió esta injerencia en 2003 con la revolución de las rosas, tras la que Georgia siguió una política exterior prooccidental y puso la integración europea y euro-atlántica como su máxima prioridad. ¿Casualidad? Es relevante que su líder de entonces, quien persistió como presidente hasta su caída en 2013, Mijeíl Saakashvili -de nacionalidad georgiana-ucraniana, y que acabara en Ucrania y llegara a ser gobernador del óblast de Odessa-, actualmente está acusado por el actual gobierno georgiano de crímenes contra los derechos humanos.

¿No suena, a la luz de las reacciones y acontecimientos inmediatos por parte de occidente, demasiado a lo mismo? Es esto una antesala de un nuevo Euromaidán?

Por suerte, a la UE y USA hace tiempo que se les cayó la careta y estas estrategias de injerencia, principalmente enfocadas en el espacio post-soviético, ya son más que predecibles, y cuenta con grandes detractores incluso «dentro de sus filas», como es el caso de (Viktor Orbán)*3, que no ha titubeado a la hora de reconocer la victoria de Sueño Georgiano, desobedeciendo las directrices oficiales de la UE, como viene haciendo desde años en diferentes frentes.

1. https://es.euronews.com/my-europe/2024/10/28/la-ue-pide-una-investigacion-rapida-de-las-supuestas-irregularidades-en-las-elecciones-de-

2. https://www.interpressnews.ge/en/article/134423-maria-zakharova-usa-threatened-georgia-with-subsequent-consequences-next-station-neocolonialism

3. https://www.elmundo.es/internacional/2024/10/29/6720df8ae4d4d85b178b459d.html

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