Siete vehículos aéreos no tripulados fueron interceptados en la provincia de Kursk; otros siete, en la de Bélgorod; cinco, en la de Tver; otros cinco, en la de Briansk; tres, en la de Penza, y dos más, en la de Vorónezh.
El Ministerio de Defensa no especificó los blancos de estos ataques que calificó de «terroristas».
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del Gobierno de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.