Mao Tse Tung lideró con el Partido Comunista de China la primera revolución democrática popular dirigida por el proletariado que triunfó en un país semicolonial y que emprendió posteriormente la construcción de una sociedad socialista. Mao integró el marxismo a la realidad particular y a la práctica concreta de la revolución en China, y a la luz de esta experiencia desarrollo la teoría marxista-leninista realizando aportes fundamentales tanto en aspectos filosóficos como en relación a los problemas planteados por la continuidad de la lucha de clases bajo el socialismo.