Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el 95 por ciento de las personas residentes en España respiran a diario aire contaminado, lo que provoca anualmente alrededor de 27.000 muertes prematuras, según la Agencia Europea del Medio Ambiente. El tráfico es la principal causa de la suciedad atmosférica.
El coste sanitario derivado de la contaminación ambiental supone un esfuerzo económico evitable de 46.000 millones de euros al año, casi un 5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) español, cifras también difundidas por la OMS.
Figuraban registrados hasta 2014 en la Dirección General de Tráfico de nuestro país unos 30 millones de vehículos a motor y remolques. Corresponden a la categoría de turismos 22 millones y se incluyen en el epígrafe de motocicletas 3 millones de unidades. Entre 2004 y 2007 se dieron de alta la astronómica cifra de 8,5 millones de nuevas matriculaciones.
Cuentan con carné de conducir para mover ese inmenso parque rodado cerca de 25 millones de individuos, el 55 por ciento de la población con residencia en España.
Durante el período comprendido entre 2006 y 2014 han fallecido en la carretera 19.937 personas, de las cuales 6.769 fueron víctimas de accidentes mortales acaecidos en los últimos 5 años a partir de 2011. No se contabilizan estadísticas de 2015.
¿Te gusta conducir? Eres libre de hacerlo, pero esa “libertad capitalista” tiene un precio elevadísimo para uno mismo y para la sociedad en su conjunto. Estas sucias verdades deberían servir para estacionar ya mismo todos los vehículos a motor y tomarse un tiempo de reflexión social y política.
Vistas las estadísticas, resulta estúpido seguir acelerando hacia ninguna parte. ¿Hablamos de otro modelo de sociedad menos agresiva e irracional?
