El director de la oficina encargada de la implementación de la política de sanciones del Departamento de Estado de Estados Unidos, Tarek Fahmy, anunció desde España que Washington intenta convencer a la Unión Europea (UE) para que se sume de alguna forma a su programa de sanciones antivenezolanas.
“Cuando actuamos solos, solamente podemos actuar bajo nuestra jurisdicción, pero si las sanciones están apoyadas por socios, son más efectivas”, indicó, citado el sábado por el canal de televisión venezolano Globo Visión.
El funcionario subrayó que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sigue de cerca “el deterioro de la situación humanitaria y de derechos humanos” en Venezuela.
Por otro lado, Fahmy explicó que la Casa Blanca no quiere “hacer daño al pueblo venezolano”, pese a todos sus esfuerzos por aumentar la presión y las medidas punitivas contra el país caribeño.
Estas declaraciones se produjeron días después de que el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, acordara (jueves) con su homólogo español, Alfonso Dastis, incrementar la presión sobre Venezuela para que esta “vuelva a ser una democracia”.
El 18 de mayo, Washington anunció un nuevo paquete de sanciones contra 8 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, a los que acusaba de usurpar las funciones de la Asamblea Nacional (AN), controlada por los opositores.
Fue la segunda ronda de sanciones contra altos mandos del oficialismo desde que Trump asumiera la Presidencia de EE.UU., aunque en esta ocasión la razón detrás de la misma no fue el narcotráfico, como ocurrió en la primera ocasión.
Por su parte, las autoridades de Caracas han denunciado una y otra vez las políticas ‘injerencistas’ de la Casa Blanca, a la que también acusa de ordenar a la derecha venezolana destruir el país bolivariano mediante un “golpe de Estado”.
