Venezuela ha rechazado este jueves el informe de la ACNUDH por expresar una posición ‘parcializada y tendenciosa’ sobre la realidad del país suramericano.
El Gobierno venezolano asegura que el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en el que responsabiliza al Ejecutivo chavista de supuestas violaciones de las garantías fundamentales, se basa en criterios de un “seguimiento a distancia” de los hechos ocurridos durante las protestas violentas de la oposición.
Dicho informe precisa que “el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein, desplegó un equipo de oficiales de derechos humanos para realizar un seguimiento a distancia, incluso desde Panamá”.
Para el Gobierno venezolano no es posible que se le acuse de violación de derechos humanos, cuando el equipo que presuntamente desplegó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) trabajó a distancia y utilizó “falsas noticias difundidas por inescrupulosos medios de comunicación, sin comprobación alguna”.
A través de un comunicado el Ministerio venezolano de Exteriores asegura que la ACNUDH ha omitido “la abundante, esclarecedora y fidedigna documentación que el Estado venezolano ha suministrado”, en la que se demuestra la responsabilidad de los dirigentes opositores en la organización, promoción y financiamiento de actos violentos.
“Las espurias conclusiones del autodenominado equipo de expertos de la ONU avaladas por el Alto Comisionado han lesionado seriamente la probidad, la imparcialidad, la equidad, la honradez y la buena fe que debe privar en las actuaciones de dicha Oficina, y representan un peligroso precedente para la Naciones Unidas”, dice el comunicado de la Cancillería venezolana.
El pasado martes, la ACNUDH presentó un informe el cual indica que, desde que las protestas comenzaron en abril, el Gobierno venezolano ha aplicado “un patrón evidente” del “uso de la fuerza extendido y sistemático” contra manifestantes de la oposición, así como también de violaciones de derechos humanos, incluidos “torturas, detenciones arbitrarias, maltrato y redadas violentas en hogares”.
Cabe recordar que en marzo pasado, los países integrantes del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) reconocieron las políticas de derechos humanos de la República Bolivariana de Venezuela, mientras que el presidente, Nicolás Maduro, expresó la voluntad de su Gobierno de mantener un compromiso con la política progresiva de derechos humanos y con los mecanismos del sistema de las Naciones Unidas en esa materia.
