MOSCÚ (Sputnik) — La presencia militar de Rusia en Siria corresponde al derecho internacional, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
“Quiero subrayar que esta presencia tiene un carácter legítimo y se basa en los acuerdos que fueron firmados entre Rusia y Siria en plena conformidad con el derecho internacional”, dijo.
El 11 de diciembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó un recorte del contingente emplazado en Siria, pero dejó claro que Moscú mantendrá presencia en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus y podrá enviar refuerzos en caso de que los terroristas levanten la cabeza.
Moscú lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en esa nación árabe a solicitud del presidente Bashar Asad, para detener el avance de los grupos yihadistas.
Agregó que los militares rusos se quedarán en Siria para reprimir acciones terroristas en caso necesario.
La diplomática recordó que “en virtud de la orden que dio el 11 de diciembre el presidente de Rusia mientras visitaba la base aérea Hmeymim en Siria, empezó la retirada de una parte considerable del grupo [ruso] a la patria”.
“A la vez nuestros militares mantendrán su presencia en el territorio sirio y, si es necesario, están dispuestos a frustrar la actividad clandestina de terroristas para reagruparse y recuperar sus pérdidas”, dijo.
Putin ordenó un recorte del contingente ruso emplazado en Siria después de que el 6 de diciembre el Estado Mayor General de Rusia anunciara que todos los territorios controlados antes por los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países) en el país árabe fueron liberados.
Las fuerzas rusas mantendrán su presencia en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus y podrá enviar refuerzos en caso necesario.
Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en la nación árabe a solicitud del presidente Bashar Asad, para detener el avance de los grupos yihadistas.
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Desde hace más de seis años, Siria vive sumida en un conflicto desencadenado por grupos armados y terroristas, apoyados por la OTAN, que intentan derrocar al Gobierno sirio.
Según el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, este conflicto ha dejado ya unos 400 000 muertos.
