Dos efectivos rusos fallecieron el 31 de diciembre tras un ataque con morteros contra el aeródromo de la base aérea Hmeymim en Siria, informó el Ministerio de Defensa ruso.
«El 31 de diciembre de 2017 al atardecer un grupo subversivo de extremistas lanzó un ataque sorpresa con morteros contra el aeródromo de Hmeymim; tras el ataque dos militares murieron», dice el comunicado.
El texto indica que «los cuerpos de seguridad sirios llevan a cabo operaciones para localizar y abatir a los radicales involucrados en el ataque», y para fortalecer la seguridad de la base.
A la vez la entidad castrense desmintió los informes sobre supuesta destrucción de siete aeronaves militares rusas en el ataque al aeródromo de Hmeymim.
El Ministerio ruso aseguró que el grupo de aviación rusa en Siria sigue manteniendo su capacidad combativa y está listo para cumplir todas las tareas asignadas.
Este 4 de enero el periódico Kommersant comunicó que el ataque de morteros al aeródromo de Hmeymim destruyó el 31 de diciembre cuatro aviones Su-24, dos cazas Su-35S y un avión de transporte An-72 rusos.
Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad.
Después de que el 6 de diciembre el Estado Mayor General de Rusia anunciara que todos los territorios controlados antes por los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países) en Siria fueron liberados, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó un recorte del contingente ruso emplazado en el país árabe.
Las fuerzas rusas mantienen su presencia en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus y podrá enviar refuerzos en caso necesario.
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Desde hace más de seis años, Siria vive sumida en un conflicto desencadenado por grupos armados y terroristas, apoyados por la OTAN, que intentan derrocar al Gobierno sirio.
Según el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, este conflicto ha dejado ya unos 400 000 muertos.
