Miembros de la extrema derecha, proclive a la retórica del presidente de EE.UU., Donald Trump, organizaron un evento al que denominaron “libertad de expresión”, lo que fue criticado por la contraprotesta de sectores antagónicos que se oponen a sus principios fascistas.
Dos eventos antagónicos en espacios contiguos: supremacistas y nacionalistas blancos por un lado y la contraprotesta de organizaciones antifascistas por el otro. En medio, un gigantesco despliegue de la Policía de Washington.
Estados Unidos ha experimentado un aumento de crímenes de odio racial y expresiones de racismo vinculados a grupos de odio como supremacistas blancos del Ku Klux Klan y otros de tendencia fascista.
Históricamente los grupos de supremacía blanca experimentaron la repulsión de la gente después de la Segunda Guerra Mundial y fueron reducidos o marginados, sin embargo, el surgimiento del poder político de la extrema derecha parece haberles abierto la puerta para su regreso.
Durante la jornada se vivieron varias escaramuzas entre los manifestantes contra los grupos supremacistas y la policía, así como la marcha que buscaba ingresar al espacio ocupado por la ultra derecha, el cual estaba literalmente blindado por la policía.
Si bien el movimiento de supremacía blanca no tiene las características masivas de décadas atrás, el activismo dice que es importante contrarrestar su discurso y no ignorar su presencia, por más pequeña que esta sea.
Alfredo Miranda, Washington.