El portavoz del Movimiento Hezbolá Al-Nuyaba, Nasr al-Shammari, ha condenado los ataques aéreos, perpetrados el viernes por las fuerzas estadounidenses contra el este de Siria, donde los combatientes populares luchan contra los grupos terroristas.
“Todos los acuerdos anteriores se han anulado y a partir de ahora la Resistencia iraquí tiene derecho a establecer sus propios objetivos y atacar los objetivos estadounidenses”, ha añadido el vocero en declaraciones hechas este domingo a la cadena libanesa Al-Mayadeen.
Al-Shammari ha criticado al Gobierno iraquí por no haber emitido, hasta el momento, ninguna explicación sobre el reciente ataque norteamericano y ha advertido de que, si Bagdad se niega a revelar quiénes están detrás de dicho ataque, las fuerzas de la Resistencia “se verán obligadas a enfrentar” a aquellos que filtraron la información sobre las posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), de las que Al-Nuyaba forma parte.
El movimiento iraquí Al-Nuyaba emitió el sábado un comunicado en el que tachó la ofensiva estadounidense sobre la frontera iraquí-siria de “un crimen que no pasará sin una respuesta y un duro castigo por parte de las fuerzas de la Resistencia”.
Considerando que los bombardeos del viernes apuntaron posiciones de Al-Hashad Al-Shabi, que es parte de las FF.AA. de Irak, Hadi al-Amiri, líder de la coalición Al-Fath en el Parlamento iraquí, advirtió al primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, de que si fuera cierto que EE.UU. coordinó con las fuerzas de seguridad de Irak respecto a dicho ataque, se trataría de “un evento peligroso” que podría destruir la unidad y la cohesión entre las fuerzas militares de Irak.
El portavoz de Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), John Kirby, alegó el viernes que las fuerzas estadounidenses mantuvieron cooperaciones de inteligencia con su contraparte iraquí, previo a la reciente agresión en el este de Siria.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Irak rechazó la afirmación del Pentágono y afirmó que la colaboración de Bagdad con la llamada coalición antiterrorista encabezada por Washington se limita a las cooperaciones que tienen lugar dentro de su territorio.
