Nuestros opresores conocen bien la fuerza del arte revolucionario que da a conocer su barbarie, los señala como culpables y por tanto eleva la conciencia empujando a luchar ofreciendo una alternativa digna. Por eso nos censuran y nos encarcelan, pero la cárcel es otra trinchera desde la que crear arte para que su represión no venza. Queriendo silenciar las voces del pueblo sólo suben el volumen.
El arte comprometido ha jugado un papel importante en todas las revoluciones y en su posterior desarrollo, por ello necesitamos fortalecerlo. La solidaridad internacionalista también requiere la unidad de los artistas revolucionarios frente a sus ataques. Los artistas del capitalismo sí están bien unidos para defender sus repugnantes intereses individualistas.
Hagamos que el terror del imperialismo se vuelva en su contra en todos los frentes, también en el artístico y cultural sin ceder ante sus condenas y amenazas. La crisis del capitalismo se agudiza y es momento de debilitarlos más.
Una abrazo lleno de resistencia desde una cárcel del fascismo español,
¡VIVA LA LUCHA!
¡VENCEREMOS!