Mientras Europa continúa con la hipocresía de fingir que impone sanciones contra el petróleo y el gas rusos, cuando se limita a comprar esos mismos recursos naturales a través de intermediarios como India y China, con un sobrecoste del 20 por cien, Japón se ha cansado de fingir.
Antes Sajalin-1 estaba gestionado por la multinacional Exxon, que tenía una participación del 30 por cien. En marzo se retiró del proyecto y, después de vacilar durante más de seis meses, Japón ha decidido seguir de la mano de Rusia.
En Moscú crearon una nueva empresa para hacerse cargo del proyecto y obligaron a los accionistas a elegir un bando. El Ministerio de Economía era uno de esos accionistas, con el 30 por cien del capital, junto con otros inversores como Itochu, Japan Petroleum Exploration y Marubeni.
En mayo los países del G-7 decidieron prohibir las importaciones de crudo ruso. Aunque el G-7 no decidió un calendario, afirmando que la prohibición se aplicaría de forma “oportuna”, la participación continuada de Japón en Sajalin-1 va en contra del consenso del G-7.
Japón depende de Oriente Medio para el 95 por cien de sus importaciones de crudo y considera que la propiedad de los proyectos rusos es esencial para garantizar un suministro energético estable. Pero lo mismo puede decirse de la mayor parte del mundo desarrollado, y desde luego de toda Europa, donde los productos energéticos rusos sirvieron de base para una industria competitiva.
El 7 de octubre Rusia transfirió Sajalin-1 a una empresa de nueva creación. Los interesados en el proyecto disponían de un mes para decidir si invertían en la nueva empresa, y los organismos japoneses, incluido el Ministerio de Economía, han tomado partido.
Se espera que la petrolera pública Rosneft opere Sakhalin-1 después de ExxonMobil. Rosneft y la empresa pública india Oil and Natural Gas Corp. tienen cada una el 20 por cien del proyecto.
Rusia también ha transferido las operaciones del proyecto de gas natural Sajalin-2 a una nueva empresa. Los inversores japoneses Mitsui & Co. y Mitsubishi también han decidido mantener sus participaciones en el proyecto.