Según este organismo, el 23 de mayo los radares rusos detectaron dos objetivos aéreos volando sobre las aguas del mar Báltico hacia la frontera estatal de Rusia.
“Para identificar los objetivos aéreos y prevenir el cruce ilegal de la frontera, despegó un caza Su-27 de la fuerza antiaérea de la Flota rusa del Báltico. La tripulación del caza identificó los dos objetivos aéreos como bombarderos estratégicos B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU”, precisó el Ministerio de Defensa.
Comentó que “tras advertir la presencia del caza Su-27, los bombarderos norteamericanos dieron la vuelta y se alejaron de la frontera rusa, mientras que el Su-27 regresó a su aeródromo base”.
Los aviones extranjeros no lograron cruzar la frontera estatal de Rusia.
El vuelo del Su-27 se efectuó en estricta conformidad con las normas internacionales del uso del espacio aéreo sobre las aguas neutrales sin la intersección de las rutas aéreas ni la aproximación peligrosa a una aeronave de un país extranjero, agregó el Ministerio de Defensa ruso.